La clave

Juan Vázquez / Allegue

Democracia tecnócrata

Amí me parece que de esta crisis sólo saldremos cuando los políticos que nos gobiernan dejen sus puestos, retiren sus carruajes y abandonen la soflama populista para dar paso a una nueva forma de gobierno más práctico, inteligente y eficaz. A mí me parece que alguien con más conocimiento de causa tiene -debería tener- la capacidad de tomar decisiones de trascendencia global como para hacer que las cosas cambien. A mí me parece que de ésta sólo salimos cuando volvamos a recordar que la teoría es la base de la práctica y las cosas no son el resultado de la casualidad ni del azar.

La historia, madre de todas las ciencias, ha demostrado en muchas ocasiones que las salidas de las situaciones críticas se consiguieron gracias a las decisiones que provenían de escenarios académicos, científicos, tecnológicos y económicos. Con otras palabras, cuando los técnicos gobiernan, la demagogia pasa a un segundo plano para anteponer el criterio empírico, la verdad científica y el saber experimental. Algo parecido a lo que los griegos llamaron tecnocracia y los norteamericanos utilizaron para salir de sus grandes crisis económicas las primeras décadas del siglo XX. Los momentos de mayor esplendor de los países de la antigua Unión Soviética se vivieron bajo el poder de regímenes tecnocráticos totalitarios, pero tecnocráticos. El actual liderato industrial y tecnológico de Oriente es consecuencia del poder político de los tecnócratas. El propio éxito del capitalismo es reflejo del poder de la tecnocracia. La historia de nuestro país cuenta con la experiencia de gobiernos tecnócratas, si bien, los últimos resultaron poco agraciados en sus fondos y en sus formas.

Una tecnocracia democrática basada en el supuesto de que el técnico dispone de los elementos necesarios para aplicar la técnica más eficaz por encima de ideologías o fórmulas políticas al gobierno de una población es, a mi entender, una garantía de conocimiento profundo de la situación y la confianza de la ejecución práctica experimentada. Los cual equivale a tener los ingredientes necesarios como para saber salir de una situación de crisis como la que estamos viviendo.

Por eso hoy, cuando celebramos el aniversario de nuestra Carta Magna, y bajo el amparo y protección de un sistema de gobierno democrático del que todos nos sentimos orgullosos, el pueblo debería de poder contar con la opción de poner al frente del gobierno a personas capacitadas -técnicamente hablando- para afrontar una situación crítica como la que estamos viviendo.

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