Descanso y cultura en el hotel rural La Alcanacia

Es fácil conquistar los sentidos en La Alcanacia. Unido a las aguas termales de Zújar, este hotel rural sorprende con atractivos culturales. Lejos de ser un establecimiento más, aspira a convertir a la comarca del Altiplano en un referente artístico y en un 'templo sagrado' para el reposo, cumpliendo así con el significado de la palabra árabe que le da nombre.

Sumar ocio, descanso y cultura es posible. Al menos, así lo entienden el músico Gregorio Rodríguez y el actor Carlos Martí, que desde hace dos años han "hecho realidad el sueño" por el que han trabajado una década. Y así lo comprobó ayer el presidente de la Diputación de Granada, Antonio Martínez Caler, que visitó las instalaciones para ver la "capacidad innovadora y empresarial" de la provincia.

En este sentido, Gregorio y Carlos impregnan de originalidad esta singular propuesta hotelera basada en la oferta de espectáculos, que a través del primer Festival de las Artes del Altiplano, acercará a los ciudadanos de la comarca diferentes disciplinas artísticas. "Ésa ha sido y es nuestra inquietud y la vocación con la que pusimos en marcha este proyecto", destacó Gregorio.

El hotel, ubicado en un terreno de 15.000 metros cuadrados a las faldas del Cerro del Jabalcón, deleita con una cuidada y original decoración. Conceptos estéticos contemporáneos se entremezclan con el mobiliario antiguo y de almoneda, el cual ha sido restaurado en su totalidad Carlos, "cada dependencia tiene su personalidad".

El hotel también abre al público su restaurante, que con vistas al embalse del Negratín, deleita al comensal con una gastronomía "tan tradicional como innovadora". Además, su situación, en plena naturaleza, permite múltiples posibilidades deportivas como el senderismo, excursiones a caballo, paseos en bicicleta, vuelo libre, canoas, motos de agua o pesca.

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