Sebastián Pérez votó esta semana a favor de que su archienemigo Onofre Miralles presida la comisión que supervisará los grandes contratos del Ayuntamiento. Acató la disciplina de partido pese a que anunció que dimitiría de Contratación si esto se consumaba. Dejando de lado que la postura sea más o menos coherente, lo cierto es que en su nueva etapa, sin mochilas, pasa por ser el hombre más divertido del Ayuntamiento, el compañero perfecto para tomarse unas cañas.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios