Quousque tamdem

Luis Chacón

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Envidia y melancolía

Sufrimos el peor gobierno junto a la oposición más enfrentada de los últimos decenios

La polarización de la política española provoca tanto hastío que solo nos lleva a la melancolía. Nuestros líderes -que son elección de todos, puede que porque es lo que había y la oferta era de saldos y no de novedades- sólo buscan la inmediatez y todo acaba siendo objeto de lucha política. Y una lucha encarnizada y sin cuartel jaleada por ambas hinchadas. De la gestión de la pandemia a la nevada, pasando por la campaña de vacunación, el aumento del precio de la electricidad o el aplazamiento de las elecciones catalanas. Y el problema no es ya siquiera qué ocurre o qué se propone, sino quien lo hace o dice, para oponernos o apoyar la medida, en función de nuestra posición ideológica.

Por mucho que repitamos que político es quien piensa en las próximas elecciones y estadista quien lo hace en la próxima generación, no parece que seamos capaces de convencer a quienes sólo tienen interés en conquistar el poder o conservarlo. Sufrimos las consecuencias de una pandemia que está gestando una colosal crisis económica. Y desgraciadamente sufrimos el peor gobierno -desunido, sin programa común ni más estrategia que la de buscar cualquier apoyo circunstancial que le permita seguir adelante- junto a la oposición menos cohesionada y más enfrentada de los últimos decenios que se debate entre el populismo ultraderechista y un centro desvaído, sin garra ni ideas. Y por si fuera poco, una serie de fuerzas políticas cuyo único objetivo es acabar con todo, son quienes apoyan coyunturalmente al gobierno buscando su propio interés.

El sábado, Herr Laschet, presidente de Renania del Norte-Westfalia, centrista y moderado, era elegido líder de la CDU, el partido de Frau Merkel, y dejaba claro en su discurso que "polarizar es muy fácil, puede hacerlo cualquiera, pero siempre acaba mal para la sociedad". En una línea similar, el presidente Rebelo de Sousa, a quien los pequeños partidos de la derecha portuguesa acusan de connivencia con el gobierno socialista del Senhor Costa, en particular el líder populista de la extrema derecha, André Ventura, apoyado por Madame Le Pen, contestó a todos en el debate electoral de hace unos días que "el presidente gobierna para todos, no solo para los de su cuadrante ideológico, tiene que unir, crear consenso y ayudar a que el país tenga estabilidad". ¿Por qué en España somos incapaces de construir un futuro común, buscando lo que nos une y obviando lo que nos separa?

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