Cámara subjetiva

Ángeles Mora

¿Evasión o victoria?

EVASIÓN o victoria es el título de una película en la que un grupo de prisioneros de un campo de concentración nazi juegan un partido de fútbol con los soldados alemanes. La preparación del partido servirá para que los prisioneros taladren el túnel que los lleve hacia su libertad…

¿Es el fútbol una evasión, lo es la música, la literatura, la Play, el chat… frente a la miserable realidad del horario cotidiano? Estoy más bien asombrada al ver la enorme repercusión que está teniendo la victoria de nuestra selección de fútbol en la Eurocopa, que cobra dimensiones de una trascendencia inesperada. Por ejemplo, veo en internet, en la portada del periódico británico The Independent, un gran titular que dice "¡Viva España!", junto a una foto de Penélope Cruz y el subtítulo: "Campeones europeos (de casi todo)". Para este periódico la celebración del triunfo revela muchas más cosas sobre nuestro país que la simple pasión por el fútbol: habla de nueva confianza, de un relajado sentido del orgullo nacional, de autoestima libre de antiguos complejos, etcétera. Y hace un encendido elogio de la España de Zapatero (frente a la de Aznar) señalando el cambio de clima social que han traído las medidas progresistas del gobierno, que hace que los españoles nos sintamos ahora en la vanguardia y no en la cola de Europa. Se menciona nuestro cine, nuestra arquitectura, nuestra gastronomía, nuestra música, nuestra moda…

En suma, los tópicos tradicionales nos siguen persiguiendo, pero ahora, gracias al fútbol, de repente se nos reconoce como incorporados a la vida normal europea. No sólo como individualidades de excepción (Nadal) sino como un auténtico equipo de ensueño: un Dream Team. Bajitos, eso sí, pero capaces de vencer a Italia, a Rusia, a Alemania. Hay otra cuestión que ahí se palpa: el fútbol es tan expresión de nuestra vida nueva como la dieta corporal, el amor o el sexo, el euro o el trabajo precario, pero lo que los futbolistas españoles nos han enseñado (y la mayoría llevan jugando juntos desde los 16 años) es esto: frente a la realidad que está al ras del césped existe otra verdad que está en la mente: saber lo que hacer un segundo antes de que el otro lo piense.

Quizá si los que hoy creemos en la democracia de una izquierda social para todos fuéramos un equipo que supiera ver la verdad medio segundo antes que los grandes, quizá entonces no hablaríamos de evasión sino de alguna victoria. Pero no será así. Seguiremos soñando con la vida, luego en el vestuario, cuando ya sea tarde.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios