Quizá sea fruto de la casualidad, pero la imagen captada con las bolsas de basura fuera de los contenedores soterrados dan para pensar. Su aspecto es mucho más agradable que el de los tradicionales verdes que se ven por cualquier calle, más estando en zonas céntricas, y su capacidad -cuentan- que es la misma. El asunto es saber si las bolsas están ahí porque no entran ya más, porque el que las ha tirado no se ha molestado en introducirlas en su interior o porque es un latazo vaciarlos todos los días. ¿Navidad?