la chauna

José Torrente / Www.lachaunadecullar. Blogspot.com

Futboladas

LA batalla del fútbol patrio tiene en su principal competición dos contendientes protagonistas, los cuales arremolinan audiencias y recogen prestancias con cada partido del siglo al que se convocan, bien sea de liga, de champions, de copa o supercopa. No hay más que salir a cualquier calle de España en un día de partido como este, para comprobar lo cierto de lo dicho, sin estudio científico que lo corrobore, ni falta que hace. Los demás equipos, si bien son algo más que figurantes en lo deportivo, son más tiernos y endebles en su capacidad financiera que los dos mastodontes del negocio del ocio, el madrileño y el catalán.

Pero no detendré mis líneas hablando de fútbol en sí mismo, pues, aunque placentea mi ocio de los fines de semana, y me ayuda a imaginar picardías para el achique del pique rival, no seré yo el que vaya a disertar sobre tácticas y técnicas del balompié, pues creo que, con el silencio, mantendré mejor su estima. Twitter y Facebook, que ya son como el salón de mi casa, echaban humo el sábado por la noche publicando ingeniosas ocurrencias, y haciendo chistes del pique sano y nada malicioso entre merengues y culés, pretendiendo que con la broma se hiciera más llevadero el infeliz resultado para unos, a la vez que se exaltaba y ensalzaba el abrumador baño de los otros. Hasta ahí todo bien, incluso era aconsejable, para distender la carga de los que venían eufóricos y perdieron, o para hinchar el pecho desmedidamente los otros, como si de la victoria final se tratara. De sublime finura fue el detalle de Rubén Amón cuando tuiteó aquello de "al R. Madrid le han sobrado los últimos 89 minutos". O lo de AntonioRNaranjo, quien decía que a los merengues "… nos han dado por el culé".

En esa divertida y socarrona guasa estábamos cuando aparecieron los tíos de la maza de turno, repletos de bilis intolerante, hijoputerismo variado y escatologías de menú propio, pisando barrizales del cacódromo nacional que nadie les pidió, para vomitar lo que no es posible hacer sin previo apagón temporal de parte del encéfalo. Estos tipos suelen ampararse en una inquina medular, a través de un inocente anonimato, que les delata y les define. Sólo desde la oscura cobardía del canguelo son capaces de expresarse, pues su amilanamiento les impide ser tan valientes como para firmar tamaños eructos con nombre y apellidos. Cultivan su mundo lanzando escupitajos, que suelen ajustarse más a la charca del sapo que al reino de la concordia y la educada armonía. Para decir que el Barça del sábado fue mejor que el R. Madrid no es necesario incluir la ofensa a la reputación de las madres madrileñas, ni tampoco elevar la carga frontal sobresaliente (si es el caso) del incurrido ganador.

Para restar trascendencia a lo que sólo es un juego, me quedo con la guasona futbolada, esa que, a veces, es un arte que no está al alcance de rucios de la fanática férula de la intolerancia. Firmado: un merengue.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios