El tunecino de origen andalusí Ibn Jaldún (1332-1406), que ayudó a Muhammad V a recuperar el trono de Granada y que fue su embajador ente Pedro I en 1364 para respaldar un tratado de paz, ya en el siglo XIV lo tenía claro y nosotros en el siglo XXI no hemos aprendido la lección.

En su al-Muqqadimah, capítulo 50 comenta: "… la suspensión de los trabajos agrícolas. El pueblo ya no quiere cultivar la tierra porque el gobierno le quita el dinero, lo agobia de impuestos y lo fuerza a pagar derechos de venta ilegales".

"En cuanto a las grandes mortandades, éstas tienen por causas: 1, el hambre; 2, la frecuencia de las sublevaciones que acontecen durante la desorganización del régimen, lapso en que los disturbios estallan a cada momento y cuestan la vida a mucha gente; 3, la invasión de epidemias. Estas calamidades tienen ordinariamente por origen la alteración de la atmósfera por los focos de corrupción y los vapores malignos provenientes de una población superabundante, pues al ser el aire la nutrición del espíritu vital y su concomitante inseparable, todo daño que recibe es transmitido a la constitución de éste. Si el daño es fuerte produce una enfermedad en los pulmones que es, en realidad, la peste".

"Las comarcas habitadas deben estar separadas por zonas vacías y parajes desiertos, a efecto de que la ondulación de la atmósfera se opere más fácilmente, porque tal movimiento trae el aire puro y desvanece el aire viciado, los principios de corrupción que había absorbido a través de su contacto con seres animados".

Si lo analizamos toca muchas de las claves, el abandono de la economía productiva, en nuestro caso por la economía especulativa, el aire y los aerosoles como transmisores de las pandemias, la necesidad de confinamiento, separación de espacios, lo que hoy llamamos cierres perimetrales y reducción de movilidad.

Hace pocas semanas, en la cumbre virtual del clima de Naciones Unidas se pedía a los jefes de Estado y Gobierno, así como a las entidades públicas y privadas de todo el mundo, que trabajasen para declarar la emergencia climática en sus países, dado que nos dirigimos a un "aumento catastrófico" de la temperatura del planeta.

La "sindemia global", término utilizado por 40 expertos en la revista The Lancet en 2019, es una pandemia en donde lo biológico, económico y social se entretejen de tal modo que se hace imposible una solución especializada o parcial.

La gripe aviar, el SARS, son inseparables de la industria agro-alimentaria y de la explotación de las macro granjas de animales. Los virus pasan de animales maltratados a humanos maltratados, cebándose en los sectores de la población más indefensos.

¿Cuando tomaremos conciencia de la necesidad de cambios profundos?

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