Granada es como un inmenso plató de cine en el que se pueden combinar diferentes decorados para filmar la mejor de la superproducciones. Esta instantánea del Arco de Elvira plasma todo el esplendor de una ciudad digna de parque temático. Y no lo decimos porque esté invadida por el turismo, no. Hablamos de su tonos, la intensidad de su luz y esa sensación que transmite de que lo que allí hay fue puesto en ese momento y lugar por alguien con toda la intención del mundo. Como cantó Manolo Escobar: "Sólo Dios pudiera hacer tanta belleza, y es imposible que puedan haber dos".

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