HABRÁ un día en el futuro, allá por el 20??, en el que la alta velocidad llegue a Granada. Incluso puede ser que esté terminada entonces la nueva estación y se haya urbanizado el inhóspito espacio urbano que hoy ocupan las vías. Entonces estaremos bien comunicados con Madrid y el resto de España. El tren de alta velocidad es la mejor manera de desplazarse en transporte público por nuestro país, cuando no se pretende cruzarlo entero. Más cómodo y rápido que el autobús y más barato que el avión tras el aumento del precio de petróleo y la vuelta al monopolio de Iberia ante la marcha de las compañías de bajo coste. Por ello, lo mejor es el tren, pero el del futuro, no el del presente.

Hoy por hoy, viajar desde Madrid a Granada en tren es transitar por dos siglos distintos en la historia del ferrocarril. La salida desde Puerta de Atocha permite codearnos con los viajeros del AVE, pero no nos hagamos ilusiones; nos espera un Altaria más desvencijado, aunque ciertamente digno. En él cruzamos la meseta a toda velocidad y en apenas dos horas y cuarto estamos en Antequera. En ese punto, a la vista de la moderna estación de Santa Ana, regresamos al siglo diecinueve. Un rato detenidos para seguir en el mismo tren, pero ya nada es lo mismo pues ha sido despojado de los aderezos de modernidad. A partir de entonces, la velocidad de tartana se acompaña de un traqueteo incesante durante dos horas, casi el mismo tiempo que hemos invertido de Madrid a Antequera. Alcanzamos finalmente Granada con la sensación de seguir en la cola. No me extraña que sólo haya dos trenes al día y no se agoten los billetes, salvo si los copan los que se bajan en Córdoba.

En Granada habría que ir creando cultura de tren para ese futuro hipotético en que el AVE nos alcance. Sin embargo, un tren rápido y cómodo sólo lo hay, en la actualidad, desde Antequera. Es una opción factible desplazarse hasta allí para tomarlo. Ir en coche a Antequera y subirse en el AVE es una forma rápida de llegar a Madrid, más que el coche particular y el autobús y casi tanto como el avión, si sumamos los desplazamientos a los aeropuertos. Sin embargo, Renfe no ayuda demasiado a que Antequera se convierta durante estos años en la estación del AVE de Granada. Para ello, debería detenerse allí algún tren más de los que vienen de Málaga. Por la mañana tiene parada únicamente el de las siete y luego el de las tres de la tarde. En las ocho horas intermedias sólo se ven pasar trenes a toda velocidad. Además, esos horarios son similares a los que tienen los dos trenes que van de Granada a Madrid. Todo un modelo de planificación.