Desde el primer día no se ha puesto en duda lo difícil que es hacer una gestión de una pandemia como la actual, tan dañina y complicada. Incluso, hoy, con los datos más benignos y aparentemente la parte más dura ya superada, se suma la dificultad de hacer una desescalada ordenada. Con la cuestión económica acechando desde el primer minuto y pendiente de que se vayan reactivando los diferentes sectores. Con esta consabida dificultad, va siendo el momento de que los políticos vayan proponiendo un calendario más o menos plausible y permitan a las personas organizar cuestiones tan básicas como ir a ver a familia que está en otras provincias, hacer gestiones para los que hace falta salir de la provincia o, incluso, planificar unas vacaciones o una escapada familiar, lo que vendría muy bien al turismo. Cuando se habla de gestión se habla de los gobiernos varios, ya que a la dificultad de la pandemia se le suma el hecho de que hay dos gobiernos con intereses y discursos contrapuestos en muchos casos. Pero que alguien aclare cuando habrá movimientos interprovinciales.