la tribuna

Francisco González García

Nobel: la ganadora es...

LA comunidad científica anda revuelta a causa de los neutrinos ¿Resultará que don Alberto se equivocó? Parece que no es la primera vez que algún experimento pone en cuestión los modelos de Einstein, quizás si sea la primera ocasión desde que existen los múltiples foros de comunicación que se hacen eco de cualquier hecho novedoso. Les avanzo una novedad, también para la Ciencia, que se producirá en los primeros días de octubre. La próxima semana, de lunes a miércoles, se darán a conocer los premiados en los Nobel de Física, Química y Fisiología o Medicina. Les propongo que reflexionen sobre algunos datos que seguro entenderán mucho mejor y que tienen mas importancia que los posibles viajes al pasado o al futuro en los dichosos neutrinos.

Desde 1901, el Instituto Real Carolino de Medicina y Cirugía ha concedido el Nobel de Fisiología o Medicina a 196 personas, 186 hombres y 10 mujeres. La primera mujer laureada fue Gerty Cori (en 1947), hasta 1977 no fue premiada otra mujer, en las décadas de los 80 y 90 lo fueron cuatro y en nuestro actual siglo lo han sido otras cuatro; las dos últimas en 2009 en un año único donde cinco mujeres fueron galardonadas con el Nobel (entre ellas la única mujer que ha recibido el Nobel de Economía, por 66 hombres ya premiados). Desde igual fecha de inicio, la Academia de Ciencias de Suecia ha premiado a 155 hombres con el Nobel de Química y a 4 mujeres. Marie Curie en 1911, su hija Irene Joliot-Curie en 1935, Dorothy Crowfoot Hodgkin en 1964 y Ada Yonath en 2009. En el campo de la Física, la Academia ha premiado a 186 hombres y 2 mujeres. Marie Curie en 1903 y María Goeppert Mayer en 1963. Ninguna mujer ha recibido el Nobel de Física desde hace 48 años, casi dos generaciones.

Si en el próximo Nobel de Física (puede haber hasta tres galardonados) hay una mujer, pasaría sin duda a la historia de la Ciencia, y la noticia habría de ser considerada con la mayor de las relevancias en todos los medios de comunicación. Olvídense de los neutrinos y sus zarandajas fantásticas.

Parece que algo extraño ocurre en la comunidad científica. Si la Ciencia es entendida como sinónimo de lo objetivo, el campo donde el mérito y la capacidad imperan, entonces hay que preguntarse no solo por los Nobel. Desde hace ya muchos años las mujeres son mayoritarias en las aulas de la universidad, pero se mantiene una segregación horizontal por estudios (su presencia en ciertas carreras científico-tecnológicas es minoritaria y mayoritaria en las biomédicas, por ejemplo) y está muy documentada la segregación vertical en las carreras académicas e investigadoras de las mujeres que trabajan como profesionales de la ciencia. La respuesta al uso de que las mujeres llegaron tarde a los estudios científicos ¿podría justificar su ausencia en los grandes premios?, dudo de si podemos admitir esa duda; pero difícilmente cambiará la situación si mantenemos estas segregaciones.

Con plena escolarización y con enseñanza de las ciencias han pasado por las aulas europeas tres generaciones de mujeres, dos en España, y obteniendo globalmente mejores rendimientos en muchas materias, resulta que las estudiantes mantienen ciertos estereotipos sobre la ciencia como actividad masculina y renuncian a elegir algunas carreras por no considerarlas apropiadas para ellas. Es un potencial humano al que la comunidad científica no puede renunciar. Fomentar el estudio de las ciencias entre las chicas y combatir los estereotipos son un reto para todo el sistema educativo desde la etapa de infantil hasta el bachillerato. También las familias deben animar a las hijas a mantener sus estudios y vocaciones científicas dado que el factor familiar es una variable esencial.

En la actualidad han proliferado múltiples series televisivas que utiliza la actividad científica como un elemento importante de sus guiones (CSI, Mentes Criminales, Hawai 3.0, Navy, Bones, etc). El ADN, los restos de huesos, la analítica química más sofisticada, en formas más o menos divulgativas llenan las tramas de estas series que son seguidas por muchos jóvenes. No son pocos los estudiantes que sienten la curiosidad por la ciencia en base a estas tramas. Les sugiero que comprueben qué actor/actriz dirige esos laboratorios de ficción y entonces vuelvan a preguntarse si será posible que tener una ganadora del Nobel puede ser una rutina o si seguiremos esperando otro año.

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