Es lo que tiene el verano, que lo suyo es que haga calor díganlo o no los del cambio climático. Hasta el viernes en Granada -y en el resto de España- se había vivido un estío relativamente tranquilo en lo que a las temperaturas se refiere, pero en cuestión de horas el mercurio de los termómetros han cotizado al alza de forma más que considerable. Por lo tanto, toca protegerse del sol, hidratarse, no olvidar el abanico y ser precavidos. Y los que puedan, que se den un remojón en la playa, en el rió o en la piscina, que lo mismo da, que da lo mismo.
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