La política hace extraños compañeros de cama. Eso se suele decir en las tertulias de bar políticas tras cualquier sesión larga y complicada en un hemiciclo. O en un salón de plenos. Quizás alguno de los 27 concejales del Ayuntamiento de Granada esgrimiera ese argumento tomando una cerveza, que bien va pegando cuando se está en plena alerta por altas temperaturas. Las hostilidades de la campaña, pero sobre todo de la investidura, ayer quedaron soterradas cuando la oposición dejó en solitario a Vox para sacar adelante el pleno de organización del consistorio granadino. PSOE y la multimarca Podemos-IU-Adelante votaron lo mismo que Ciudadanos y Partido Popular. Y es que la política es esto, lo que quieren los votantes es esto: sentarse, negociar y llegar a acuerdos. Parecía imposible que en Granada llegase a suceder esto, que el primer pleno de este mandato fuera como la seda, pero ha pasado. A partir de ahora empieza el día a día y el camino está abierto. Oposición constructiva, poder abierto, y cuatro años por delante.