Dicen que "a la fuerza ni el zapato entra". También que "con zapato muy justo, nadie anda a gusto". Esto ha debido pensar la que anda descalza por las calles de Granada sin hacer mucho caso a las chinas o a lo caliente que pueda estar un suelo que, dada la época del año y la latitud de la ciudad, apunta alto. En cualquier caso, que cada uno ande a su gusto.... y el zapatero a sus zapatos.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios