En el Estado del Bienestar, el empleo es el eje principal sobre el que pivotan las garantías de universalidad y solidaridad para la oferta pública de educación, sanidad y atención a la discapacidad. Por tanto, el desempleo se convierte, con su crecimiento descontrolado, en la Bruja Avería del sistema.

El fuerte crecimiento del paro en Granada, 36.000 personas más durante el año pasado, ha elevado la tasa de paro hasta el 23,4%. Somos la tercera provincia en España por tasa de desempleo. Eso está haciendo que muchas familias granadinas las estén pasando canutas porque al menos uno de sus miembros está en el paro. ¿Esta es la Granada de la Champions League que nos prometió Zapatero?

Garantizar las prestaciones del Estado del Bienestar es una obligación que adquiere quien es nombrado presidente del Gobierno del Estado, o de la Comunidad Autónoma, aunque al ritmo de crecimiento del desempleo actual, más que a Zapatero o a Chaves, necesitaríamos al genio de la lámpara de Aladino para no tener ningún tipo de remilgo con el futuro.

Políticos como Zapatero o Chaves, que a sus, en algunas ocasiones, hermosas palabras, añaden alguna que otra dosis de teatralidad en sus gestos o en sus propuestas, han demostrado por la vía de los hechos que los suyos no pasan de ser gobiernos de propaganda, que igual ofrecen viajes gratis a las amas de casa, que 400 euros a la cuenta del que trabaja, aunque el año que viene le estén esperando con el mazo de la declaración de la renta para ajustar cuentas.

Conozco bien la realidad de las familias en el paro. Sé del drama que supone levantarse cada día sin saber dónde va a caer la breva y desesperarse ante la indolencia del INEM que no encuentra un lugar, sea cual sea, para que el padre de la familia, o alguno de sus hijos, tenga trabajo. He sido testigo de lo duro que es tener que buscar influencias o rogando favores, por encima del orgullo y la dignidad personal, para conseguir algún flujo de capital a través de un empleo digno. Por eso, la impotencia de quien esto escribe ha de convertirse en grito de exigencia al PSOE que nos gobierna, para que frene esta lacra que pone en peligro la supervivencia del Estado del Bienestar, con más empleo y mejores prestaciones.

En Francia, con un desempleo del 8%, los sindicatos han celebrado una huelga general contra el paro. Rápido, el portavoz parlamentario del PSOE ha dicho que si allí hay huelga es porque Sarkozy es de centro-derecha. Pareciera pues, que los sindicatos en España no tuvieran ganas de complicarle la vida a quien les garantiza una financiación adecuada, y por eso callan. ¿Callarían con el PP igual?

Pues yo no me callo, y voy a ir a Málaga, con el PP andaluz a gritar con fuerza contra el paro. Así es que, el día 15 de febrero, con mi gorra y mi mochila, juntaré mi voz con la de todos los andaluces que quieran decirle a nuestros gobernantes: queremos soluciones y no discursos de campeones.

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