La Rayuela

Lola Quero

lolaquero@granadahoy.com

Ni corruptos ni cortijos

Los políticos absueltos de corrupción después de muchos años encausados no se libran de la larga pena de banquillo, pero tampoco salen como ejemplos de buen gobierno

Torres Hurtado, Luciano Alonso y Mar Villafranca, de derecha a izquierda, en la Alhambra en 2012

Torres Hurtado, Luciano Alonso y Mar Villafranca, de derecha a izquierda, en la Alhambra en 2012 / G. H.

El ventilador se puso en marcha hace casi una década en Granada y giró de izquierda a derecha para llevarse por delante a políticos cuyo poder parecía intocable hasta ese momento. También arrasó con una época en la que las normas del buen gobierno y la gestión se habían relajado mucho, como los propios protagonistas han tenido que admitir cuando se vieron delante de un juez. Y acabó con la idea de que el uso de la justicia podría tener un gran rédito político, porque la experiencia ha enseñado a los principales partidos que al final todos pierden.

Tras aquel terremoto policial y judicial de la segunda parte de la década anterior, hoy contamos entre los damnificados a políticos que han tenido que pasar por una larga pena de banquillo y telediario antes de ser absueltos de la comisión de delitos penales. Entre los ejemplos más representativos están María del Mar Villafranca (PSOE), que dirigió la Alhambra durante una década, y José Torres Hurtado (PP), alcalde de la ciudad por 13 años. Ambos, junto a otras personas vinculadas a sus respectivos gobiernos y equipos de confianza, abandonaron el poder de un modo precipitado, entre 2015 y 2016, al ser detenidos por la Policía y encausados por distintos asuntos de corrupción. Otro caso significativo fue el del exconsejero de Cultura Luciano Alonso y sus nombramientos de altos cargos directivos que no llegaron a trabajar en esos organismos de la Junta.

Hubo un largo periodo en el que se puso la lupa sobre sus años de gestión y salieron a la luz detalles y documentos que sólo se han podido conocer porque formaron parte de un sumario judicial. Había mensajes, correos electrónicos y hasta whatsapp entre políticos, técnicos y empresarios que no resultaban edificantes. En aquellos días era habitual que unos y otros se echaran en cara el manejo de las instituciones como si fueran un cortijo.

Los resultados de esas macrocausas de corrupción son a día de hoy muy limitados y la mayoría de los acusados, sobre todo los de mayor rango, han quedado limpios en el ámbito penal. El problema para ellos es que la absolución judicial sobre delitos como malversación o prevaricación no les quita de encima los años de exposición y sufrimiento personal; pero tampoco los exculpa de haber liderado gobiernos deficientes. ¿Cómo se traslada todo eso a la actualidad en Granada? ¿Por qué los grandes partidos se muestran ahora mucho más contenidos? ¿Se imaginan el cataclismo político si los recientes sucesos de Maracena hubieran pasado en la década anterior? Todas las claves y reflexiones están en el artículo completo que, como cada domingo, llega de forma gratuita, en forma de newsletter, a los correos electrónicos de quienes se hayan registrado para recibir semanalmente este boletín de La Rayuela. Estás a tiempo, solo tienes que suscribirte pinchando aquí para recibir el artículo de este domingo. También lo encontrarás en la edición en papel de Granada Hoy y en formato PDF.   

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