Cinco aros

juan José / medina

Una declaración de intenciones

EL deporte es la más importante de las cosas que no son importantes. Eso nos han querido mostrar siempre y, lo cierto, es que también es así. La salud, la familia, la amistad, luego la ciencia, la economía o la política siempre han de estar por delante del deporte. Lo que descarrila es que esa cosa poco importante rellene tanta y tantas páginas de periódicos, ondas radiofónicas y minutos de televisión. Ya sea por parapeto de los mandantes, o por pura y dura desconexión, cada fin de semana, y cada vez más entre medias de esta, el deporte entra en las vidas de la gente.

Con lo cual, quizás el deporte no sea más que un mero entretenimiento o la forma en la que muchos se quieren ganar la vida. Lo mismo el deporte es una nueva fuerza, una nueva manera de comprender el mundo desde el esfuerzo largo, obstinado y constante que da frutos al final en forma de resultados. Exportar los valores del deporte a la vida social, política y económica de la sociedad actual.

Sí, existen deportistas despreciables a través de los cuales dudar de la afirmación del párrafo anterior, pero no es menos verdad que hay muchos más que, sin hacer ruido, ni tanto cuando ganan como cuando pierden, que sí representan esa pauta de valores que propongo para seguir entre todos.

Por eso creo, ya no sólo en el deporte como catalizador e impulsor de la sociedad, sino en el olimpismo como marco referencia en el que inspirarse. Que el COI es el primero que falta a sus principios, vale; que los Juegos son un negocio, también. Pero existe en Grecia una Escuela de Estudios Olímpicos en los que se analiza y se disecciona todo lo relacionado con este movimiento desde un punto de vista social, de puertas afuera, desde Olimpia al mundo. Si los estudiantes que allí hay ahora mismo comprenden que el deporte es el dogma y el olimpismo es la vía para mejorar la sociedad, el mundo irá a mejor.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios