El mismo día que desde Sevilla se anunciaba el toque de queda para la capital y su Área Metropolitana, su equipo hacía historia al ganar (y de qué manera) su primer partido de fase de grupos en la Liga Europa. Ayer fue, sin duda, un día de contrastes. En términos generales, Granada empieza a descender hacia los infiernos de la pandemia, contando los días por records de infectados y cruzando los dedos porque la enésima medida de urgencia puesta en marcha por la Junta sea la que consiga frenar la curva. Por su parte, el Granada CF despega hacia el olimpo del fútbol europeo, contando sus partidos en el viejo continente por victorias, deseando no despertarse jamás del sueño que están viviendo. Al menos una parte de los vecinos de la capital pudieron olvidarse durante 90 minutos de los oscuros tiempos que se avecinan para la provincia y su economía, porque ese pequeño rayo de luz es la auténtica magia del fútbol.