Por fin ley de eutanasia

Se amplía el conjunto de derechos ciudadanos de forma respetuosa con quien no quiere hacer uso de este derecho

La inmensa mayoría de la sociedad española apoya desde hace años la promulgación de una ley de eutanasia para España; ayer, con la aprobación en el Congreso de los Diputados del texto legal para su próximo debate en el Senado se dio un paso definitivo para que, en pocas fechas, tengamos la ley plenamente vigente cuando se publique en el BOE.

Se amplía así el conjunto de derechos ciudadanos de una manera respetuosa con quienes no quieran hacer uso de este nuevo derecho y, también, con pleno respeto a los profesionales sanitarios que quieran ejercer la objeción de conciencia. Es una ley con todos los mecanismos de control para ofrecer las máximas garantías que se requieren.

El asunto es de enorme importancia y trascendencia ya que el abordaje jurídico requiere ser afrontado con el máximo respeto a derechos fundamentales y ofreciendo todas las garantías. La ley se ha elaborado de forma tal que ha conseguido un amplio apoyo en el arco parlamentario aunque el voto contrario del PP y Vox es también algo a reseñar.

En este sentido, una de las cuestiones sobre las que hay que reflexionar se refiere a una pregunta que está en el debate político: ¿un eventual futuro gobierno del PP conllevará la derogación de esta ley? o por el contrario ¿pasará igual que con la ley del divorcio, la ley del aborto, la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo y otras?.

Y es que hay una sospecha más que razonable sobre el hecho de que la posición contraria del PP a esta ley tenga un condicionante en el contexto político actual y que, por ello, no se haya querido dejar espacio electoral a Vox con este asunto. Es decir, que este voto contrario a la ley de eutanasia no vaya a tener un futuro distinto a otros votos contrarios que en el pasado se produjeron ante leyes como las citadas.

En cualquier caso y aún con riesgo a equivocarme, yo estoy convencido que esta ley ha venido para quedarse. Además, también estoy convencido que será una ley que solucionará dramas humanos que hoy no tienen encaje jurídico generando por ello dolor y sufrimiento innecesarios.

Bienvenida la ley. Una ley que será, como siempre, validada por la ciudadanía al usarla como mecanismo que ofrece garantías jurídicas a problemas reales y tangibles, que están en la sociedad.

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