Mirada urbana

Con ganas de que llegue el sol

El encapotado cielo que durante los últimos días se cierne sobre la ciudad se ha acostumbrado a quedarse en Granada. La lluvia y el tiempo inestable han convertido en las últimas semanas al paraguas en complemento indispensable del vestuario del granadino. Su uso se ha hecho tan habitual que algunos de los enseres contra el agua han terminado de esta guisa después de un duro invierno. El excesivo uso ha obligado a jubilar al que ya se ha convertido en el mejor amigo del granadino. Ya hay ganas de que lleguen los primeros rayos de sol.

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