La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
En plena era de los currículums menguantes, los másteres de pega y las carreras que duran menos que un stories de Instagram, llega una nueva moda con denominación de origen: las ciudades menguantes. Granada, siempre a la vanguardia del retroceso, no podía quedarse atrás.
Pero atención, porque no hablamos ya solo de perder población, trenes o grados universitarios de inteligencia artificial (que eso ya lo tenemos dominado), sino de perder… ¡territorio! Y no cualquier territorio: hablamos de seiscientas hectáreas de hotelazo de lujo con estrella Michelín incluida. O sea, lo único con brillo propio que nos queda más allá de la Alhambra. Y claro, Málaga, que tiene el radar puesto en todo lo que reluce, ha dicho: “Eso pa’ mí”.
En Loja está teniendo lugar un nuevo movimiento que amenaza con segregar de su término municipal a cerca de seiscientas hectáreas de terreno, donde se levanta nada menos que el hotel La Bobadilla, con el restaurante la Finca, poseedor de la única estrella Michelín de la provincia.
Sí, amigas y amigos: La Bobadilla, ese oasis de cinco estrellas camuflado entre olivos en pleno término municipal de Loja, ha empezado a promocionarse como si estuviera en Archidona. Es decir, en Málaga. Que oye, qué más da un detallito geográfico si ya venden la Alhambra y Sierra Nevada como malagueñas en los catálogos de touroperadores nórdicos.
La propiedad del hotel, que forma parte de una cadena que responde al nombre de Único Hotels, ya pone en sus folletos que están en Málaga. Y por si alguien aún duda, su código postal figura en Archidona y el siempre atento diario ABC ya ha “saludado” a este exclusivo hotel “malagueño”. El próximo paso es que den espetos en el desayuno y que el recepcionista te reciba con un “qué pasa, picha”.
Lo más bonito de todo esto es que en Granada nadie ha dicho ni mu. Ni la Diputación, ni el Ayuntamiento de Loja, ni los hosteleros provinciales. Aquí seguimos en nuestro tradicional papel de espectador pasmado, viendo cómo nos recortan la provincia a mordisquitos como si fuera un jamón de Trevélez en feria.
Podría ser una simple anécdota de verano si no fuera porque llueve sobre mojado Pero tranquilos, que todavía estamos a tiempo. Siempre podemos montar una mesa de diálogo, un gabinete de crisis o al menos mandar un WhatsApp a Archidona diciendo: “Eh, que eso era nuestro”. Aunque igual el Frente Bokerón ya nos ha bloqueado.
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