tribuna

Fernando De La Portilla

También tienes tu guardián

SABEMOS que en el antiguo Egipto la cultura médica estaba muy adelantada, hasta tal punto que cada médico trataba una sola enfermedad y, naturalmente, existían médicos especialistas. Algunos, con el pomposo título de Oculista y guardián del ojo del Faraón. Hoy en día, este médico existe con el nombre de Coloproctólogo, y su dedicación es por entero a las enfermedades de colon, recto y ano.

Especialmente relevante es su papel en el diagnóstico y tratamiento del Cáncer Colorrectal, ya que en España se diagnostican más de 26.000 nuevos casos al año, siendo la segunda causa de mortalidad por cáncer.

Aunque no tengo la menor duda que estamos asistiendo a un importante control de esta enfermedad, con cirugías cada vez menos invasivas y tratamientos más eficaces y menos tóxicos; esa vieja y gastada frase de "es mejor prevenir que curar" encuentra su máxima expresión aquí y, de hecho, es uno de los ámbitos con mayor protagonismo en la XVI Reunión Nacional de Coloproctología, que se celebra en Sevilla.

De todos los factores que pueden incidir en la aparición de un cáncer de colon, un alto porcentaje puede prevenirse a través de hábitos saludables. En este tipo, más que en ninguno, el llevar una dieta mediterránea, rica en fibras vegetales; el abandono del tabaco y la práctica de ejercicio físico, influyen positivamente en su prevención.

No olvidemos que existen síntomas de alarma, como son cambios bruscos en el ritmo defecatorio (diarrea, estreñimiento), pérdida de peso sin causa aparente y presencia sangre en las heces; que deben hacer consultar siempre con el médico.

La evidencia científica propone que toda la población por encima de los 50 años debiera someterse a una de las múltiples pruebas que existen para el despistaje de este tipo de cáncer. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con el cáncer de mama y cérvix en la mujer, no existe un programa institucional de diagnóstico precoz de estas lesiones, a pesar que la práctica de una colonoscopia con extirpación de un pólipo, permite evitar un eventual cáncer. Mucho me temo que esta asignatura pendiente, en la coyuntura actual, tarde mucho tiempo en resolverse.

Contrario a lo que se pudiera pensar, la técnica quirúrgica no ha variado mucho en el último siglo; sí lo ha sido la vía de abordar este tumor, de manera que un porcentaje alto de los pacientes puede operarse mediante laparoscopia, permitiendo una mejor y más pronta recuperación postoperatoria.

Patologías tan prevalentes como las fístulas anales y las hemorroides (almorranas) son también tratadas por estos especialistas. En los últimos años hemos asistido a importantes cambios en el tratamiento de estas enfermedades, con técnicas más efectivas e indoloras; aunque no debemos dejarnos llevar por la publicidad engañosa con fines puramente comerciales, sobre todo si se hace referencia al empleo del láser, pegamentos milagrosos, etcétera.

En un futuro no muy lejano, estoy seguro que veremos surgir tratamientos de la mano de la genética y la biotecnología, que darán soluciones a dolencias que, no por estar situadas en donde están, tienen menos importancia. Mientras tanto, debemos adoptar medidas saludables en nuestra vida y en los momentos delicados dejarse recomendar por el coloproctólogo.

De la Portilla es jefe de Coloproctología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y preside el comité organizador de la XVI Reunión Nacional de Coloproctología.

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