Mirada urbana

sobre gustos no hay nada escrito

La moda de los tatuajes no tiene límites. Cuando se cree que ya está todo visto, siempre hay alguien que inventa una nueva extravagancia que supera a la anterior. Para decorar su blanquecina piel, esta chica escogió dos flores rojas a modo de lazo para plasmarlas en sus muslos y una línea para llevar medias perpetuas. No se sabe si antes o después, decidió añadir un extraño ser con garras. Este atrezzo permanente tal vez no sea del gusto de todo el mundo, pero hay que reconocer el grado de originalidad y atrevimiento.

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