Quizá la relativa tranquilidad que conlleva el verano sea un buen momento para hacer un 'lavado de cara', como al que está procediendo el pintor de la fotografía. Una fachada en buenas condiciones, además hacer más bonita la ciudad, también habla bien de los dueños como gente preocupada por lucir bien. Entre los beneficiados, los que pasan por una calle con un edificio con una apariencia mejor.
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