Mirada urbana

La imposibilidad de caminar decentemente

Una ciudad en obras, un chaparrón repentino y el tráfico habitual de todos los días. El caos de los paraguas y su extraño sentido de la prioridad -da igual que alguien te salte un ojo mientras se quede seco o algo parecido- deja paso a esquivar las acumulaciones de agua en la vía, mezcladas con el barrillo procedente de detrás de las vallas. Además, los pasos de peatones dejan de tener sentido si los que tienen derecho de pernada son los vehículos rodados, donde nadie se moja, pasa frío ni se encharca los pies.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios