Cambio de sentido
Carmen Camacho
Zona de alcanfort
Me ha enviado Concha, la viuda de Pepe Ladrón de Guevara, los tres libros con la poesía completa que su marido escribió a lo largo de su vida. Los he puesto en mi biblioteca al lado de los libros con la poesía completa de Rafael Guillén y al lado de la Guía secreta de Granada de Paco Izquierdo, que se ha vuelto a editar. Guevara, Izquierdo y Guillén eran tres grandísimos amigos. Por eso he querido poner sus obras juntas. Fueron escritores que no merecen ser olvidados, aunque el moho de la ingratitud y la indiferencia ya ha aparecido: ningún miembro de la Academia de Buenas Letras asistió a la presentación de la obra reeditada de Paco Izquierdo. Hubiera sido un olvido sin importancia si se hubiese tratado de cualquier otro, pero Paco Izquierdo fue el fundador de dicha Academia. En este caso, el hecho de no estar en el acto raya en la grosería. Menuda panda, hubiera dicho él. Pero es que el periódico en el que él fue columnista durante muchos años, no dio una sola línea sobre el acto. Así de ingrato es el olvido.
Pero bueno, esta columna es para hablar de la poesía completa de Pepe Ladrón de Guevara, cuya edición ha llevado a cabo, con esmero y minuciosidad, Antonio Chicharro. Gabriel Celaya dijo que la poesía de Ladrón de Guevara está llena de “magia, acierto y gracia”. Mejor resumen no se podría haber hecho. A Pepe Ladrón de Guevara mucha gente lo recuerda como el autor del libro sobre la malafollá, como quintillero y político del PSOE, pero él, ante todo, fue poeta, de la generación del 50, aquella que consideraba que había que reivindicar al asesinado García Lorca. En la última etapa de su vida, Pepe pasaba por un momento de descreimiento y escepticismo existencial y no encontraba utilidad alguna en que su poesía fuera recopilada y difundida. Pero Antonio Chicharro sí lo ha considerado necesario, necesario y útil. Pepe ha pasado como un poeta al que le gustaba la ironía y muchos de sus poemas llevan incorporados ese tono de humor que tanto le gustaba, pero también era un poeta de dolor, como dijo una vez Francisco Gil Graviotto, que también lo definió con maestría: escritor gracioso y serio, irónico y profundo. En fin, que le agradecemos a Antonio Chicharro que haya recopilados sus libros y espulgado su escritorio en busca de poemas inéditos para ofrecernos este festín literario. Enhorabuena.
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