UN enésimo capítulo, ahora con la delegación municipal de Urbanismo de por medio, amenaza la celebración del festival de rock decano de Granada, el del Zaidín. A las numerosas contrariedades de carácter económico se suma ahora que, según Urbanismo, la solicitud para celebrar el certamen no ha llegado a las oficinas municipales hasta ayer, dos días antes. La delegación municipal de Medio Ambiente se ha comprometido a resolver la petición a toda prisa aunque insiste en que está fuera de plazo. Sería el colmo que después de salvar todos los impedimentos que años tras año han salido al pasado del festival y todas las polémicas que han entretenido a la ciudad, no hubiera rock por una cuestión de plazos. Tan absurdo es que los organizadores manden el papeleo a deshoras y se expongan a la suspensión como que el Ayuntamiento, que lleva años bregando con el certamen, se haga de nuevas y considere la solicitud como una petición imprevista.