Ocurrió ayer. La magia de las elecciones inundó el salón de plenos del Ayuntamiento y cambió las líneas "rojas" de los partidos de la oposición para aprobar el expediente en "verdes" y "amarillas". Así fue como el equipo de Gobierno socialista logró sacar adelante la modificación del IBI que congela el recibo al granadino de a pie y se lo sube a las grandes empresas. En todo momento los partidos defendieron que no permitirían la subida del impuesto bajo ningún concepto. Sin embargo, esta vez, la presión de los empresarios y constructores en contra de esta ordenanza no ha sido suficiente para frenar su aprobación. La propuesta salió adelante con los votos del PSOE, Vamos Granada, IU y las abstenciones de PP y Cs. Se agradece este acuerdo. Porque al final, quienes se beneficiarán de esta medida serán los granadinos que han visto como en los años anteriores ha subido el recibo. Pero también se agradece el diálogo, aunque tosco, para abrir esta vía que podría lograr la aprobación del presupuesto. Quien sabe. Lo mismo, la cercanía de las elecciones saca unas nuevas cuentas y esconde en un cajón las de 2015... ¡Esto sí que parece mágico!

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