Que yo no estaba hace 40 años?, estupendo, habría otros" ha dicho Alfonso Guerra, ex vicesecretario general del PSOE, ex vicepresidente del Gobierno, diputado durante 37 años y miembro del PSOE desde 1962 al comentar en La mañana de Andalucía de Canal Sur Radio no haber sido invitado a la celebración del 40 aniversario de la victoria electoral del PSOE el 28 de octubre de 1982. Pero sí estaba allí, asomado con González a la ventana del Palace en la histórica foto. Hacía entonces 20 años que militaba en el Partido, cuando en El Pardo había un dictador, no una momia o unos huesitos. Guerra lanceó un toro vivo, no el toro muerto al que con tanto "valor" se enfrentan los sanchistas. Lo que sorprende es que ni él -aunque sea quien llegue más lejos-, ni González, ni los barones que refunfuñan planten decididamente cara al sanchismo que ha convertido el PSOE en su caricatura.
O quizás no debería sorprender. La pertenencia como sumisión a un grupo -político, ideológico, eclesial, cultural: da igual porque todos funcionan de forma parecida- anula la capacidad crítica de quienes sienten como lo mismo sus valores o ideas personales y las que el grupo defiende como propias suyas y de cuantos pertenecen a él siempre que se sometan a las directivas. La crítica y la disensión se consideran traición, herejía o desviación según la naturaleza del grupo. Los errores de este son ignorados, disculpados o atribuidos a las mentiras urdidas por los opositores. Esto tiene dos rotundas y conocidas formulaciones en los ámbitos de la religión y la política: la de San Ignacio -"debemos siempre tener para en todo acertar, que lo blanco que yo veo, creer que es negro, si la Iglesia jerárquica así lo determina"- y la comunista -"mejor equivocarse con el Partido que acertar fuera de él"-. Existiendo, hay que añadir, una profunda diferencia entre ambas: San Ignacio cree que en la Iglesia, iluminada por el Espíritu Santo, está la verdad y por eso escribe "para en todo acertar", mientras en el caso comunista se opta por el error -"mejor equivocarse"- como sumisión al Partido. Qué poco caso se hace al sapere aude -atrévete a saber, a usar tu propia razón- de Kant.
Ayer, tarde y mal, el PSOE andaluz dijo que Guerra será invitado. Pero en el programa de Jesús Vigorra dijo que si a última hora lo fuera no piensa modificar sus planes de este fin de semana: "Sería un poco tarde, ¿no?".
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