No hay nada en la vida como adaptarse a las posibilidades y al momento. Un ejemplo claro lo marca el motociclista protagonista de esta Mirada. ¿Que hay que la compra y sólo está la motillo para llevar las viandas adquiridas? No ha problema, se coge una bolsa de esas de supermercado moderno -de las reutilizables y grandes- y se convierte en una mochila tal y como ven en la imagen. ¿Que no entra todo en la bolsa-mochila y no se puede quedar para dar otro viaje? Pues nada, se ponen los pies para atrás... y al suelo del carenado de la moto. Eso sí, ¡atento a los semáforos, eh!
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