Dice el presidente de la Junta de Andalucía, que su “eficientísimo” gobierno solo ha podido resolver el 15% de las 17.000 solicitudes presentadas en las oficinas autonómicas para acceder al Bono Joven para el alquiler, por “problemas técnicos”. Bonito eufemismo bajo el que ocultar la nula voluntad política de Juanma para resolver un problema tan grave como el acceso a la vivienda de nuestros jóvenes, o la incompetencia más absoluta de su administración. Cualquiera de las dos cosas es de una extraordinaria gravedad.

El caso es que, entre viajes a Barcelona para evitar que se “rompa España”, declaraciones diarias contra el Gobierno de Pedro Sánchez –vayamos a que se le adelante Ayuso en la carrera sucesoria–, silencios estruendosos sobre el éxito de la Cumbre Europea de Granada y locuacidad extrema para sembrar dudas sobre la actuación reglada del Gobierno en el inicio de la tramitación del indulto solicitado por Griñán, a Juanma Moreno se le está pasando el arroz, no solo con el alquiler para los jóvenes andaluces, sino también con el deterioro galopante y quizás provocado de la sanidad, con las listas de espera congeladas en junio de 2022, con el retraso en el comienzo de las actividades extraescolares, o con su marcha atrás en los riegos ilegales de Doñana.

Los “problemas técnicos” de Juanma con el alquiler joven se han saldado con el cese de una jefa de servicio de la consejería de Fomento ante el mutismo de la consejera, Rocío Díaz, incapaz de resolver tres de cada cuatro solicitudes de los jóvenes que esperaban poder acceder a la ayuda de 250 euros mensuales para el alquiler. No parece muy creíble que la responsabilidad de semejante despropósito sea de una funcionaria, aunque hay que ver lo bien que le viene a Juanma para echarle el “muerto”.

Sepan que si Bonilla no soluciona pronto sus “problemas técnicos”, la Junta de Andalucía tendrá que devolver buena parte de los 68 millones que ya les ingresó el Gobierno central, lo cual sería de aurora boreal.

Lo cierto es que lo de los “problemas técnicos” del gobierno de Juanma demuestra un nivel de incompetencia solo al alcance de auténticos virtuosos. Para empezar fue la última comunidad española en publicar las bases, para seguir convocó el bono por concurrencia competitiva, o lo que es lo mismo, 11.000 ayudas por orden de llegada, lo que además de no garantizar la igualdad de oportunidades, colapsó la web en cuestión de minutos, ya que se produjeron hasta 350.000 intentos de solicitud y para seguir con la decisión de confiar en robots para agilizar la resolución de estas solicitudes, lo que ha desembocado en uno de los mayores ridículos de nuestra administración autonómica. Pero ya saben, 17.000 jóvenes son... “problemas técnicos”.