COMIENZAN hoy las rebajas de verano, las segundas rebajas desde que la crisis se convirtiera en recesión y, sobre todo, desde que los índices de desempleo saltaran todas las previsiones y llegaran a niveles pésimos que, según las previsiones, aún pueden empeorar. Las rebajas son un fiel indicador de la capacidad de gasto de los consumidores y, en conjunto, de cómo ven la situación económica. Los pequeños comerciantes granadinos no son optimistas. Aseguran que los compradores se retraen y no acuden a las tiendas con la alegría de otros momentos más favorables. La crisis no sólo ha vaciado bolsillos sino que nos a hecho a todos más cautos ante la posibilidad siempre acechante de que la recesión incremente sus víctimas directas. Además los comerciantes, en su afán de mantener estables las ventas, han apostado por un régimen continuado de grandes descuentos que han desgastado las rebajas propiamente dichas. La situación es complicada pero vale la pena mantener la confianza y tratar de salvar el verano.