A lo largo de la vida hay muchas veces en las que hay que elegir cuál es el mejor camino a seguir y no siempre se siente que se ha acertado, pero a pesar de ello las sonrisas con las que te cruzas en el recorrido merecen la pena. A veces los malos días se solucionan con cosas tan sencillas como ver dibujada una sonrisa que te haga pensar que todo, tarde o temprano, termina por mejorar. La carita de la pared recuerda a una de esas que aparecen de repente en la pantalla del ordenador en mitad de una conversación internauta, y que como la del dibujo, a más de uno le alegran el día.