Con un par de minutos de retraso llegó ayer el AVE que inauguraba la puesta en servicio de la línea hasta Granada. Un tiempo insignificante después de más de dos décadas de promesas, retrasos y espera y tras sufrir un absoluto y vergonzoso aislamiento por vía férrea a lo largo de los últimos cuatro años. La Alta Velocidad por fin está aquí y a partir de ahora comienza el tiempo para valorar si este medio de transporte merece la pena y si ofrecerá el rendimiento que desde todos los colores políticos y empresariales se ha transmitido.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado por el ministro de Fomento, José Luis Ábalos; el secretario de Estado de Insfraestructuras, Pedro Saura, y los presidentes de Adif y Renfe, Isabel Pardo de Vera e Isaías Táboas, realizaron el viaje hasta la estación de Andaluces desde Madrid. En Antequera se unieron el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y la consejera de Fomento, la granadina Marifrán Carazo. Muy lejos queda ya febrero de 2003, momento en el que se colocó la primera traviesa en el tramo de Tocón. Cinco meses antes, el por entonces ministro Álvarez Cascos dio la primera fecha para la llegada del AVE a Granada: 2007. Ahora son 125,7 kilómetros desde Antequera, uno de los tramos más cortos de la red de Alta Velocidad española. Sin embargo, la inversión ha rozado los 1.700 millones de euros.

A partir de hoy, tras el furor de la inauguración, en AVE a o desde Granada entra en servicio comercial. Eso sí, sin la estación proyectada por Moneo y con otros dos debes notablemente importantes y costosos sobre la mesa: el soterramiento de las vías en la entrada en la ciudad y la construcción de la denominada Variante de Loja, que evitaría la reducción de velocidad en el tramo del túnel de San Francisco con el consiguiente acortamiento del tiempo del viaje.

Importante, no se puede obviar, es la conexión que se crea de cara el eje transversal de Andalucía, que permitirá enlazar a través de Antequera tanto con destino a Málaga como hacía Córdoba y Sevilla. De igual modo, la respuesta casi inmediata que ha tenido la entrada en servicio del AVE a Granada ha sido en cuanto al transporte aéreo, que ha rebajado notablemente el precio de los billetes para los destinos a Madrid.

Un logro importante que quizá pronto haga olvidar el freno que tanto retraso y aislamiento ha supuesto para el desarrollo de la provincia.