Los habitantes de la capital granadina acudieron ayer a las urnas y dieron una victoria dolorosa al PSOE, ya que no le alcanzará para gobernar toda vez que el bloque de derechas es el que ha sumado los catorce concejales necesarios. En todo caso, se trata del resultado más bajo de un partido que gana en la ciudad en la historia de las elecciones democráticas. En un Ayuntamiento tan fragmentado, el PP de Sebastián Pérez tendrá que asumir, con apenas 7 concejales, la responsabilidad de liderar una alianza sólida que aporte credibilidad a la política y a los principales partidos en unos tiempos plurales y de desconfianza hacia las instituciones. Aunque el gran reto del candidato obligado a formar el gobierno municipal es construir una mayoría estable con la que afrontar las necesidades y grandes proyectos de Granada durante los cuatro años sin fisuras ni deslealtades entre socios.

Como se podía intuir durante la campaña, y tras los resultados de autonómicas y generales, la lucha por la Alcaldía ha presentado una gran igualdad de fuerzas entre las principales formaciones con resultados que demuestran que no hay ningún partido claramente dominador. Sí es noticia la recuperación del PSOE, que vuelve a ser la fuerza más votada después de tres décadas por debajo del PP. Aunque es una reparación insuficiente, puesto que Paco Cuenca solamente ha podido rentabilizar sus tres años de gestión sumando dos concejales respecto a sus dos resultados anteriores de ocho concejales y en principio no tiene opciones claras de gobierno, por lo que se enfrenta ahora a un momento crucial en su carrera: volver a liderar la oposición municipal o aspirar a un cargo orgánico.

El PP pierde su feudo debido a que el electorado le ha hecho pagar su desgaste a nivel local y nacional, pero aprovecha la fragmentación del voto para salvar la noche y probablemente gobernará la capital con pactos. El resultado es si cabe más doloroso para Ciudadanos, que internamente soñaba con gobernar el Ayuntamiento. No obstante, la formación naranja se estanca en los cuatro concejales, lo que puede considerarse un resultado malo y muy por debajo de sus expectativas. Un edil menos tendrán Podemos-IU-Adelante y Vox, el partido que entra con fuerza y desequilibra la balanza hacia la derecha como ya pasó en la Junta. Será la llave para formar un tripartito como el que gobierna en Andalucía.

Respecto a la provincia, Granada se vuelve a inclinar a la izquierda como ya ocurrió en las elecciones generales de hace un mes.

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