Tribuna

María José Gomez

Presidenta de la Asociación de Amigos de la OCG

"Granada no puede permitirse perder un bien cultural tan inmenso como la OCG"

La máxima responsable de la asociación escribe una carta a raíz de la dimisión del gerente de la orquesta, "una renuncia que causa indignación"

Una de las manifestaciones de la OCG, en abril de este año.

Una de las manifestaciones de la OCG, en abril de este año. / Carlos Gil

Tristísimo e indignados. Así estamos los cientos de miembros de la Asociación de Amigos de la OCG. Günter Volg, el que hasta esta semana ha sido el gerente de nuestra orquesta, ha dimitido. Y lo ha hecho porque no podía más, llevándose consigo un sentimiento de impotencia, indignación y tristeza.

"¿Qué más tiene que ocurrir para que los responsables culturales cumplan con su obligación, que es estar al servicio de los ciudadanos?", nos preguntamos desde la Asociación Amigos de la OCG. Somos muchos los que queremos que una institución como ésta siga deleitándonos con su música, haciéndose y haciéndonos unos seres humanos que valoran la cultura en todas sus manifestaciones, partícipes y actores responsables de ella.

La música forma parte inseparable e indispensable de la evolución de la humanidad desde sus orígenes. Nuestra OCG ha demostrado una calidad, entrega y bien hacer conocida y reconocida nacional e internacionalmente. Sin embargo, los distintos partidos en el poder no han apoyado a la OCG a nivel económico ni institucional por torpeza, ignorancia o mala voluntad.

No nos pueden quitar esta parte imprescindible de nuestra identidad, de nosotros mismos, que es la música... Música que nos brinda nuestra Orquesta Ciudad de Granada, compuesta por unos músicos absolutamente profesionales y entregados, como han demostrado todos estos años.

"Si no me pagáis sin música os quedáis", reza una pancarta de una de las concentraciones de la OCG. "Si no me pagáis sin música os quedáis", reza una pancarta de una de las concentraciones de la OCG.

"Si no me pagáis sin música os quedáis", reza una pancarta de una de las concentraciones de la OCG. / Carlos Gil

A lo largo de nuestra existencia como asociación, hemos tenido que manifestar en varias ocasiones nuestro total desacuerdo con la actuación de unos responsables ineficaces, torpes e interesados en objetivos totalmente ajenos a nosotros, y por supuesto hemos apoyado siempre a la OCG en sus reivindicaciones y manifestaciones en Granada y Sevilla.

Señores responsables: pónganse a trabajar y entérense de que no necesitamos proyectos faraónicos como el teatro de la ópera, carísimo de construir y mantener, así como de su dudoso éxito. Primero hay que garantizar que no perdamos lo que ya tenemos y amamos. Prioricen y pongan los pies en la tierra, aquí donde estamos todos.

Hemos cambiado de políticos, pero el problema sigue y es el mismo: falta de voluntad de que iconos de la cultura como nuestra Orquesta sigan haciéndonos a todos mejores personas, más cultos y tolerantes por la apertura de nuestras mentes. Es como si no les interesara en absoluto el bienestar de todos nosotros. 

Pero esta situación debe resultar indignante no solo para aquellos que somos aficionados a la música y que disfrutamos con nuestra orquesta, sino que debe serlo para toda la sociedad. La música es un baluarte fundamental en el desarrollo de la mente infantil, con beneficios ampliamente conocidos y refrendados científicamente, para los niños que participan en éstas actividades. Véase la amplia actividad de la OCG en los conciertos didácticos y otras actividades docentes con la asistencia de 25.000 alumnos y de 55.000 asistentes a otros programas desarrollados en la temporada 2018 / 2019 en total 80.000 jóvenes.

La cultura debe ser un bien del que participe toda la sociedad, como queda recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos que en su articulo 27 manifiesta que "toda persona tiene derecho a tomar parte en la vida cultural de la comunidad y a gozar de las artes". La OCG saca la música del auditorio y la acerca a los barrios, a los pueblos. La formación es solidaria con sus actuaciones desinteresadas en hospitales, formando parte del llamado Corazón de la OCG.

Sin menospreciar -por supuesto- a otras entidades musicales y actividades culturales distintas de la música, Granada, que aspira a ser capital europea de la cultura, no puede permitirse perder un bien cultural tan inmenso como la OCG, tan de esta ciudad y tan importante para la Granada cultural como lo son Lorca o nuestro patrimonio histórico.

Granada es un referente mundial de la cultura. La Alhambra y el patrimonio de siglos, sus poetas con Federico a la cabeza, sus músicos con Manuel de Falla, sus artistas con Rivera, Guerrero y tantos más, la OCG y tantas otras instituciones culturales forman, un todo al que apoyar y querer con hechos, no con bonitas y vacías palabras. ¡¡¡¡Basta ya!!!! ¡¡¡Granada es cultural o no será nada!!! 

En nombre de nuestra Asociación quiero manifestar públicamente nuestro infinito agradecimiento al gerente de nuestra orquesta, Günter Volg.

Gracias Gunter por tu gran dedicación, tu capacidad de trabajo y tu honestidad. Has hecho un buen trabajo.

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