Este 5 de octubre conmemoramos el Día Mundial del Docente bajo el lema de la UNESCO 'La transformación de la educación comienza con las y los docentes'. Desde CSIF Granada, como organización sindical más representativa en la educación pública, hacemos una jornada de reflexión y de denuncia para sumarnos a este meritorio homenaje. Porque si todos los días del año trabajamos para visibilizar, resaltar y hacer respetar la labor docente, en esta efeméride, también debemos poner nombre a todos los males de la educación pública que nuestros profesionales cargan a sus espaldas, a diario y en solitario: altas ratios, exceso de burocracia, alta temporalidad, cambios de leyes educativas sin protocolos claros, altos niveles de fracaso escolar, y un largo sinfín.
Comencemos por la reflexión. Nos educan en valores y marcan para siempre nuestra vocación profesional; nos transmiten el amor por el conocimiento, la creatividad, el valor del esfuerzo, el rigor científico y el espíritu crítico. Nos ayudan a ser mejores personas, a saber desenvolvernos en situaciones dispares y, todo ello, atendiendo sin pausa la carga lectiva que corresponde a cada curso escolar. Lo que muchos no ven es que lo hacen por vocación, en condiciones lamentables, con escasos medios y poco personal. Son nuestros docentes, esos profesionales que sostienen el pilar básico de cualquier sociedad avanzada: su sistema educativo. Y sin embargo, la política de las Administraciones les obliga a desviar su atención hacia tareas burocráticas, rellenando papeles que no les corresponden, incluso fuera de su horario de trabajo, y que son parches y piedras en el camino hacia la excelencia educativa.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios comparte plenamente los valores de la enseñanza pública y tiene en la defensa del profesorado su eje de acción sindical. Por eso abogamos por un Pacto de Estado. Es necesario elevar la consideración social de este colectivo, altamente vocacional y dedicado, y que ha sufrido en primera persona los recortes y las duras consecuencias de la pandemia, y a pesar de todo, continúa siendo la llave maestra para el desarrollo de la ciudadanía, aunque no se libre de ser injustamente cuestionado, agredido e infravalorado. Y ahí viene nuestra denuncia.
Porque bajar las ratios medio punto es una buena medida de cara a la galería y una realidad muy alejada de la calidad educativa y la excelencia. No se trata de hacer medias aritméticas; las matemáticas exactas nos siempre sirven en la educción, porque nuestros alumnos y alumnas no son simples números, son el futuro de nuestra sociedad. Por eso, desde CSIF rechazamos las políticas cortoplacistas y los cambios de leyes marcados por el rumbo político de turno, y que deberían mantenerse al margen del sistema educativo.
Estamos orgullosos de ser docentes, y por eso desde CSIF alzamos la voz para decir que "Así no podemos continuar". No se puede cargar todo sobre el profesorado, sin ayuda y tomando decisiones de calado sin tener en cuenta su opinión profesional. La Administración y los distintos gobiernos de uno y otro signo no pueden seguir "premiando" al profesorado con más desgaste emocional, estrés y falta de reconocimiento. El docente no debe desperdiciar ni una sola de sus horas de trabajo para otra cosa que no sea enseñar a sus alumnos, aquello para lo que está preparado y altamente cualificado.
Como responsable de Educación de CSIF Granada doy las gracias a todos los docentes, por darnos siempre la mejor versión de su profesionalidad y humanidad. Recordando a Aristóteles: "Los que educan a los niños son más dignos de honra que los que los engendran, estos solo les dieron la vida, esos el arte de vivir bien".
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