Cortes de Baza, como otros tantos pueblos y ciudades de la provincia de Granada, intentan volver a la normalidad en medio de la pandemia. Tras las nuevas directrices de la Junta de Andalucía y del obispado de Guadix-Baza, ayer este municipio del norte provincial pudo recuperar algunas de sus más arraigadas tradiciones, la procesión de los Santos Médicos, San Cosme y San Damián, para llevar las imágenes desde la ermita hasta la parroquia de La Anunciación.

Como preludio de los días grandes de la localidad, más de un centenar de vecinos se echaron a la calle para acompañar en procesión al paso de sus patronos que, al son de la banda municipal, salieron desde su ermita para recorrer algunas de las arterias principales de Cortes de Baza y llegar hasta la parroquia. El hermano mayor de la cofradía, Juan Moreno, señala el éxito de la celebración, marcado por el sentimiento de normalidad y reencuentro de los vecinos con la devoción a San Cosme y San Damián: "Ha sido una gran alegría por la respuesta de la gente, ya no sólo de Cortes sino también de los pueblos de alrededor".

Ante la portada de la parroquia

Las medidas de seguridad y de higiene como uno de los componentes principales de contención del virus, la hermandad pudo realizar el recorrido de esta procesión de traslado en el tiempo acostumbrado. "La gente supo comportarse en todo momento, llevando las mascarillas, guardando la distancia interpersonal y desinfectando los varales con hidrogel en cada una de las tandas que fueron haciéndose para portar el trono", aseguran desde la propia Hermandad quien ha contado en todo momento con el respaldo y colaboración del párroco Salvador Cifuentes.

Un ensayo general, podría decirse, antes de la gran procesión del próximo lunes, 27 de septiembre, cuando los Santos Médicos, como colofón de la novena, saldrán nuevamente a la calle con todo el protocolo institucional, acompañados por autoridades religiosas y civiles, hermandades de la comarca y fieles llegados de toda la provincia y del Levante. Una procesión histórica, cuyos orígenes se rastrean en los albores del siglo XVII, que en la presente edición contará con una novedad, los Santos Médicos no volverán a la iglesia tras la procesión sino que, completado el recorrido oficial, volverán a la ermita, donde se veneran durante todo el año.