A las 10:56 horas de este viernes 27 de septiembre en Guadix todo está muy tranquilo. Un minuto después varias llamadas alertan al Servicio de Emergencias 112 sobre una explosión en la pirotecnia Francisco López Franco de Guadix. Valla con valla con la pirotecnia María Angustias, ya cerrada después de que su polvorín reventara en noviembre del año pasado dejando tras de sí tres víctimas mortales. Una macabra casualidad. Ahora, son dos los fallecidos por otra deflagración, uno ayer prácticamente en el acto, y esta noche otro que estaba ingresado en estado crítico en la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. 

Columna de humo tras la explosión vista desde la ciudad de Guadix.

Un fuerte estruendo alarma a los vecinos más próximos a la zona, aunque no causa problemas en sus viviendas como sí lo hizo la deflagración del año pasado. "A la vecina de la esquina se le salieron las ventanas del quicio", cuenta Antonio, que en el momento de la explosión se encontraba cerca de Benalúa, a donde llegó el sonido de la onda expansiva.

Nada más se sabe hasta el momento. El 112 activa el protocolo de emergencia y se despliegan efectivos de la Guardia Civil, Policía Local, sanitarios y Bomberos hasta el lugar: el Camino de Lugros.

El magenesio hallado en la zona complicó el rescate ante el peligro de otro estallido

Sin embargo, nada más llegar los primeros efectivos, los Tedax de la Guardia Civil, empiezan las complicaciones. Se trata de una zona de cuevas y casetas utilizadas por empresas de fuegos artificiales para almacenar material explosivo. En una de estas últimas es donde se ha producido la explosión.

En el lugar detectan demasiado magnesio, algo que en contacto con el agua produce una mayor deflagración, por lo que los Tedax necesitan de la ayuda de los Bomberos para poder acceder al recinto cerrado. La columna de humo blanco con forma de hongo se puede ver desde cualquier punto de la ciudad Episcopal.

El tiempo continúa corriendo. Hasta el lugar se desplaza la subdelegada del Gobierno en funciones en Granada, Inmaculada López Calahorro, para seguir el operativo. En primera línea ya se encuentra el alcalde de Guadix, Jesús Lorente. En otra de las instalaciones cercanas de la empresa hay al menos otros tres empleados más, aunque fuentes municipales elevan la cifra a casi una decena.

Empieza a barajarse que son dos los trabajadores afectados, pero aún no está confirmado. Mientras tanto vuelan desde las bases de Baza y Málaga dos helicópteros sanitarios del 061, para evacuar a los heridos.

Helicóptero saliendo del hospital de Guadix con el herido.

Los efectivos de Bomberos no tardan en llegar y, por fin, comienza el rescate. Una vez sacados de la caseta, las víctimas empiezan a ser atendidas sobre el lugar. Se trata de Eusebio Fernández Rodríguez, de 49 años y natural de la cercana localidad de Diezma, aunque su familia reside en Guadix, y José Antonio Contreras Vílchez, un trabajador desde hace mucho tiempo de esta empresa, que tiene 34 años y también es residente en la ciudad accitana aunque natural de La Peza.

La misión es estabilizarlos antes de proceder a su traslado a un centro sanitario. Ambos cuentan con quemaduras de extrema gravedad pero el mayor de los dos trabajadores, Eusebio Fernández, es el que se encuentra peor. De hecho, no supera los primeros auxilios y fallece en el lugar de los hechos.

El helicóptero que había viajado desde Málaga para desplazarle hasta Sevilla no puede cumplir su misión y horas más tarde, cerca de las dos del mediodía, despega de vacío camino de vuelta a casa. Fernández Rodríguez es la décima víctima mortal por un accidente de este tipo en la provincia en las últimas tres décadas, deja esposa y dos hijos, uno de 23 años y otra menor de edad.

Según pudo confirmar esta redacción, este empleado llevaba pocos meses en la pirotecnia Francisco López Franco, y anteriormente trabajaba en Avinatur, una empresa dedicada a la producción de carne de pollo de la localidad de Purullena.

A la par que tratan de estabilizar, sin éxito, a Eusebio Fernández, el segundo trabajador afectado también es atendido in situ. Su estado es muy grave. Tiene el 80% del cuerpo afectado por quemaduras y en un primer momento es trasladado al Hospital de Alta Resolución de Guadix para ser evaluado y determinar si necesita o no ser evacuado.

La víctima mortal fue rescatada con vida pero falleció poco antes de ser trasladado en helicóptero

A las 13:30 horas aproximadamente, el segundo helicóptero sanitario del 061 despega del centro hospitalario accitano con José Antonio Contreras Vílchez, de 34 años, casado y con dos hijos de corta edad, a bordo en un vuelo que le llevaría hasta la capital andaluza. Apenas doce horas después no superó la gravedad de sus quemaduras y falleció.

Esto fue lo que ocurrió la mañana de este viernes en Guadix, ciudad que por segunda vez en menos de un año vive otra tragedia relacionada con la pirotecnia. Lo ocurrido volvió a sobrecoger al municipio accitano –se decretaron tres días de luto oficial– que por la tarde continuaba pendiente de las labores que los efectivos seguían practicando en la zona.

Cuatro miembros de los Tedax y la Policía Judicial inspeccionaron el lugar desde ese instante y siguieron con sus pesquisas durante la tarde hasta la caída del sol. Se procedió a limpiar la zona al completo de explosivos y volverán este sábado para echar un último vistazo y dar por cerrado el trabajo de campo, con el que dirimir los motivos que propiciaron este accidente mortal.