El pueblo de Granada que celebra su belén viviente en un palacio de estilo barroco
Lo organizan un grupo de vecinos y amigos de Padul que recrean diversas escenas típicas de la época
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Unos pequeños pastorcillos que permanecen alrededor del Niño Jesús, observan como multitud de personas pasan a su lado, se paran, hacen fotos y comentan lo calentitos que deben estar con las estufas y las ropas que llevan puestas, la escena se repite y el aburrimiento empieza a apoderarse de ellos. La Virgen María les dice que pueden darse un paseo e ir en busca de otros pastorcillos a la Posada o ver que están haciendo en la Escuela. Son algunos de los protagonistas del belén viviente que se celebra en la Casa Grande de Padul y que por tercer año consecutivo recrean escenas cotidianas de la época en este palacio de estilo barroco.
La iniciativa, promovida por un grupo de amigos de Padul, y que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento y de varias empresas, cuenta con la participación de unas 60 personas de todas las edades que, ataviados con trajes típicos de la época, se meten en la piel de sus personajes y realizan actividades y oficios para que la experiencia del visitante sea aún mayor. Durante el recorrido un espadero se afana por terminar una de sus piezas a golpe de martillo y yunque, en la plaza la pescadera pregona el producto del día o un adivino espera a que algún cliente llegue con deseos de conocer su futuro.
Conchi Lozano, una de las organizadoras, explica a Granada Hoy que para organizar todo el tinglado se tiran dos o tres meses porque hay que compaginarlo con el trabajo de cada uno y solo pueden ponerse de verdad los fines de semana, "más o menos la semana de antes de hacer el belén ya si nos venimos casi todas las tardes para organizarlo todo. El primer año pusimos los puestos y normalmente la gente que empieza en un lado sigue ahí, y conforme se va incorporando nuevos figurantes, se van añadiendo puestos o escenas".
En este sentido, señala que van creciendo poco a poco, "el primer año fue solamente lo que hay en la zona de dentro -en referencia a la Escuela, la Panadería, la Posada, o el propio Nacimiento-, el año pasado incorporamos el primer patio -con la Pescadería, el taller del herrero o la fuente del agua- y este año hemos incorporado el segundo patio".
Lozano indica que su marido llevaba mucho tiempo con la idea de montar un belén viviente detrás de la oreja, "en una de estas veces que se te cruzan los cables dijimos vamos a hacerlo este año, hablamos con el Ayuntamiento de Padul, nos cedió la Casa Grande y lo hicimos. Los comienzos siempre son complicados y no pensábamos que esto iba a salir adelante, pero tuvo mucho éxito. El año pasado nos volvimos a animar y este año volvemos más grandes".
Este año la cita es por partida doble. Aunque han puesto carteles anunciando la recreación por distintos sitios y lo han compartido por redes sociales, saben que en muchas ocasiones en normal que los interesados se enteren a toro pasado, motivo por el que celebran el belén viviente sábado y domingo en horario de mañana y tarde.
La Casa Grande, un edificio emblemático
El escenario elegido para celebrar este Belén Viviente tiene su propio relato y es digno de visitar para adentrarse en la historia de los Reyes Católicos. Martín Pérez de Aróstegui y Aguirre fue un militar oriundo de Álava de Vergara (Guipúzcoa) que participó en la reconquista de Granada y como recompensa por su labor recibió unas tierras en Padul. En dicho lugar se construyó una gran casa y se haría famoso en el verano de 1569, después de que un numeroso grupo de moriscos cercaran la iglesia, las casas del pueblo y el fuerte. Un gran número de rebeldes se dirigieron a la Casa Grande, el militar trató de negociar con ellos de forma infructuosa y quemaron la puerta e hicieron un agujero en la pared, pese a todo, los que moraban dentro del inmueble consiguieron resistir hasta que llegaron las tropas cristianas.
Años después, su hijo Antonio Pérez de Aróstegui y Zarzo reedifica la casona de estilo barroco primando el carácter defensivo al lujo de los palacios de la época. De hecho, la casa se encuentra dentro de un gran espacio perimetrado por muros y un gran portón, en su interior una gran explanada que se fue utilizando para distintos menesteres con el paso del tiempo.
La Casa Grande se ha ido adaptando con el paso del tiempo y se ha utilizado para diversas cosas. Actualmente, celebran algunas festividades como este belén viviente o las Cruces.
El palacio de estilo barroco está inscrito como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1981.
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