Semana Santa

La moda frente al rigor histórico y litúrgico

  • Los colores de las túnicas, las flores y otros elementos tienen su significado

NI claveles en los palios, ni túnicas lisas, ni Nazarenos o Crucificados con una alfombra de flores, ni Cristo sin potencias... La Semana Santa actual es fruto de una reinvención ocurrida tras la Guerra Civil. A partir de 1939 las hermandades van olvidando los significados litúrgicos e históricos de la representación de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, para adaptar sus estéticas a los gustos del momento. Estas modas han provocado una homogeneización de la Semana Santa. Antes, todo tenía su significado. Ahora, se toman decisiones sólo porque al prioste de turno le gusta. La Semana Santa actual está plagada de errores. El profesor de Historia del Arte y profundo conocedor de la Semana Santa, Andrés Luque Teruel, revela las inexactitudes más habituales de las cofradías.

En la vestimenta de los Cristos se cometen importantes errores. Primero, en los colores. Los hebreos nunca utilizan ni el blanco ni el morado. "El blanco se le impone a los enajenados mentales para que la gente los identifique y se aparten de ellos. Así es cómo Herodes humilla a Jesús. Lo vistió de blanco para que todos se apartaran de él". En Granada, llevan túnica blanca el Cautivo y Jesús del Amor y la Entrega. Por su parte, el morado es color del condenado a muerte. Como en Estados Unidos es hoy el naranja. "Allí nadie se pone un mono naranja para ir por la calle". Las túnicas moradas, sólo se deberían usar para imágenes de Cristo que ya ha sido condenado a muerte en la cruz. "En los pasajes en los que se represente a Cristo antes de ir a Herodes, se puede vestir la imagen de cualquier color menos de blanco y morado. Si ya ha ido ante Herodes, puede estar ante Pilatos vestido de blanco". En el caso de la Sentencia, dependería de la interpretación que le demos. "Si ya se ha leído la sentencia puede ir de morado. En caso contrario, no debería".

El debate estético entre túnica lisa y bordada tiene un claro vencedor desde el punto de vista litúrgico, histórico y simbólico: siempre bordada. Las túnicas de los Cristos tienen un valor simbólico que completan a la imagen, eleva sus valores plásticos y tiene un significado histórico. Por eso, siempre se han usado bordadas con elementos simbólicos: "Las espinas son el sacrificio de la Calle de la Amargura. Los acantos abiertos suponen el camino hacia la salvación, por ejemplo". "Cuando se despoja a la imagen de la pieza bordada se rompe con el mensaje, la tradición, la historia y el sentido litúrgico. Todo se reduce a una tela lisa que se mueve. Eso es de una gran simpleza mental que marca la decadencia que vive la Semana Santa".

"Las flores y las plantas simbolizan en camino hacia la vida eterna". Los pasos de Cristo en Semana Santa han llevado históricamente flores naturales combinadas con piedras hechas de corcho o madera. La pretensión era recrear lo que había en el campo, en el monte Calvario. Por su parte, el paso de palio iba adornado con claveles pero mezclados con otras flores y de manera irregular, no en piñas compactas. La intención era la de favorecer el espacio y no tapar la orfebrería.

El uso de un monte de claveles rojos en los Cristos es algo que surge en 1939 y tiene un marcado carácter político. Entonces el Señor iba en un paso dorado. Le pusieron claveles rojos y unos faldones burdeos. Así formaban la bandera de España. A las cofradías que llevaban faldones rojos y lirios morados, le obligaban a cambiar las flores o el color de los faldones.

Los pasos de tribunal no llevaban flores y los Crucificados iban sobre una piedra tallada o corcho. "Podían ponerle flores dispersas, como ocurría con los nazarenos. Si ponían flores en unas jarras. Los montes de claveles no son ni clásicos ni litúrgicos y responden a intereses políticos. Decir que es lo clásico es una burrada, además de ser mentira. Me parece bien que se pongan por estética, pero que se sepa que no es lo histórico".

Este exorno de flores variadas y dispersas lo lucen, de manera actualizada, varios pasos, entre ellos el Vía Crucis, Meditación, Huerto, Lanzada, Despojado, Perdón o Expiración.

Son dos elementos que los priostes de las hermandades colocan al Cristo en función de lo que determine el prioste de turno. La cuestión es mucho más profunda que todo eso: "Las potencias son símbolo de la divinidad y por eso las imágenes las deben llevar siempre. No por modas o gustos. La corona de espinas la tiene que llevar siempre que la imagen haya sido creada con ella. No podemos corregir al autor. A veces se le pone a otras imágenes que han sido concebidas sin ella".

Los colores más extendidos en las túnicas de los nazarenos de Semana Santa es el blanco y el morado. No es baladí. Se debe a que las hermandades adoptaron para su estación los mismos hábitos que le pusieron al Señor: el blanco por el desprecio que sufrió Cristo cuando Herodes lo tachó de enajenado mental; y el morado, color del condenado a muerte, tono de la penitencia. El negro es, sin embargo, un invento moderno sin base histórica o litúrgica: "Es inadecuado. El negro responde a una recreación moderna de la Semana Santa. Tiene un sentido estético porque lo asociamos al luto, pero en la Semana Santa no estamos celebrando el luto. Las hermandades cada cierto tiempo hacen un intento por recuperar el morado".

Éstas son algunas de las modas estéticas que se han impuesto en la Semana Santa desde 1939. El profesor Luque Teruel, aunque respeta los gustos, aboga porque se sepa que las hermandades están cometiendo muchos errores y se han ido apartando, con el paso de los años, de su historia. "La autoridad eclesiástica y los directores espirituales deberían asesorar en estas cuestiones y corregir lo que se hace mal", concluye.

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