Sociedad

AENA tilda de "incidente local y aislado" la baja de los controladores el pasado 2 de enero

  • El pasado 2 de enero estaba previsto que trabajasen 24 controladores aéreos en turno de mañana y 23 en turno de tarde, de los cuales faltaron ocho y siete, respectivamente, por baja por enfermedad.

La presidenta de AENA, Encarnación Vivanco, ha calificado hoy de "incidente local y aislado" los retrasos de vuelos del pasado 2 de enero en el aeropuerto de Madrid-Barajas debido a la baja por enfermedad de varios controladores aéreos que debían trabajar ese día.

Vivanco ha argumentado, en su comparecencia a petición propia ante la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados, que el colectivo de controladores de Barajas, que cuenta con 144 profesionales, representa sólo un 6 por ciento del total de 2.332 con los que cuenta la red de los aeropuertos españoles en su conjunto.

El pasado 2 de enero estaba previsto que trabajasen 24 controladores aéreos en turno de mañana y 23 en turno de tarde, de los cuales faltaron ocho y siete, respectivamente, por el mismo motivo.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) está investigando a los controladores implicados, a quienes se ha pedido que acreditaran su ausencia, y si se detectan irregularidades se procederá a la apertura del régimen sancionador previsto para estos casos en el convenio colectivo profesional, ha indicado Vivanco.

De las ocho bajas acaecidas el 2 de enero en la Torre, tres fueron justificadas por otros servicios y cinco fueron por enfermedad, lo que han demostrado ya tres controladores con certificación médica y los dos restantes han sido expedientados.

Desde octubre pasado AENA negocia un nuevo convenio colectivo -el vigente data de 1999- y Vivanco ha mostrado su confianza en que se pueda aproximar a medio plazo los objetivos de mayor productividad y eficiencia de estos profesionales a niveles de sus homólogos europeos.

Pese a considerarlo un hecho puntual, Vivanco ha reconocido la repercusión que tuvo ese incidente en toda la red de AENA debido a su localización en un aeropuerto como el de Barajas que funciona como hub (centro de interconexiones).

Sin embargo, ante las críticas formuladas por los grupos parlamentarios, a excepción del socialista, de la gestión aeroportuaria del Gobierno, ha dicho que no se puede deducir de lo ocurrido el 2 de enero un mal funcionamiento del gestor aeroportuario ni del aeródromo madrileño.

El portavoz de Fomento del PP, Andrés Ayala, quien, al igual que el resto de los diputados, se ha quejado de que Vivanco limitara su comparecencia al incidente de los controladores y no incluyera el colapso del 9 de enero por la nevada, ha acusado a Fomento de no saber gestionar el tráfico aéreo, prever, coordinar ni planificar.

Asimismo, se ha quejado de que no sea la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, quien compareciera hoy sino que el Gobierno obligara a acudir a la Cámara baja a una persona "recién llegada a AENA", que "ha dicho lo mínimo".

Vivanco ha reiterado sus disculpas a los viajeros afectados por las demoras y cancelaciones que se produjeron el 2 de enero, cuando la puntualidad media del aeropuerto madrileño se redujo al 30,9 por ciento, mientras que la habitual es del 75 por ciento.

No obstante, ha recalcado que ya en diciembre pasado la puntualidad media de los vuelos en Barajas bajó al 58 por ciento por problemas colaterales como la supuesta huelga de celo de los pilotos de Iberia.

Debido a ella, en la terminal T-4, donde opera Iberia, la puntualidad se redujo en diciembre al 48 por ciento frente al 73% de las otras tres terminales, mientras que el día del incidente de los controladores en la misma terminal la puntualidad media descendió hasta el 23,1 por ciento frente al 40 por ciento que tenían la T-1, la T-2 y la T-3 en su conjunto.

Las cancelaciones y aplazamientos de 125 vuelos, debido a que AENA se vio obligada a operar sólo con dos pistas del total de cuatro, afectaron a 11.250 personas (90 por avión).

Durante su intervención, Vivanco ha manifestado que cuando se tuvo conocimiento de las ocho bajas en la Torre de Control del aeropuerto, se intentó, sin éxito, conseguir voluntarios que cubriesen las insuficiencias de la plantilla.

El convenio colectivo permite negarse a cubrir una baja, salvo cuando suponga el cese total del servicio de control.

Ante esa situación, en colaboración con Eurocontrol, AENA publicó diversos mensajes de aviso para las compañías aéreas sobre las dificultades operativas en el aeropuerto, las previsiones de demora y los cambios en los tiempos de rodadura.

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