Sociedad

Rouco apela a la familia para "acabar con el aborto"

  • Miles de personas asisten en Madrid a una misa precedida por un mensaje desde Roma del papa Benedicto XVI.

El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, apeló este domingo a la familia tradicional como soporte fundamental para afrontar la actual crisis y a la fuerza de la fe cristiana para terminar con la "estremecedora tragedia del aborto". "Sólo la familia concebida y vivida en la plenitud de su verdad, como la enseña el lenguaje inequívoco e indestructible de la naturaleza humana, despeja el horizonte de la esperanza para el hombre y la sociedad de nuestro tiempo", dijo Rouco en su homilía en la tradicional Misa de las Familias, celebrada en la madrileña Plaza de Colón.

El cardenal-arzobispo de Madrid señaló que este año 2012 que ahora concluye ha sido "crítico y doloroso" y por ello dio gracias a Dios por las familias "enraizadas en la fe en Jesucristo", para las que ha pedido "verdadera esperanza para hoy". "Las familias cristianas serán y son la esperanza para hoy", afirmó Rouco. En su homilía, centrada en la familia y el matrimonio cristiano, apuntó la necesidad urgente de actualizar "la doctrina de la fe sobre la verdad eterna del matrimonio y de la familia. ¡Hoy, quizá, mucho más! Esta verdad del matrimonio cristiano es la verdad de vuestras vidas", dijo dirigiéndose a las familias presentes en la Eucaristía, antes de apostillar: "Ignorarla y, más aún, despreciarla, es poner en juego su misma viabilidad histórica. Sin la verdad del matrimonio, el organismo vivo que es la sociedad se desintegraría. Se pondría en peligro el hombre mismo".

Rouco apuntó que la fe "clarifica y dignifica las relaciones humanas, y las convierte en cauce de auténtico amor. Amor que una a los hombres como hijos de Dios en la familia, en la sociedad y, por supuesto, en la Iglesia. El amor que hará posible terminar con esas dramáticas situaciones que se derivan de la extrema facilidad con que se llega al divorcio, se rompen las familias y se somete a sus miembros más débiles, a los niños, a una dolorosísima tensión interior", añadió. Un amor, continuó, "dispuesto al socorro y a la ayuda sacrificada y generosa de las familias entre si y entre sus miembros en las circunstancias tan frecuentes y dolorosas del paro, de las dificultades económicas, morales y espirituales. Un amor, que, perseverantemente vivido al calor y con la fuerza de la fe cristiana, hará posible terminar con la estremecedora tragedia del aborto practicado masivamente desde los años 70 del pasado siglo en la práctica totalidad de los países europeos, incluida España, al amparo de una legislación, primero despenalizadora del mismo y, luego, legitimadora", opinó.

Para Rouco, "hay esperanza para afrontar victoriosamente estos tremendos desafíos planteados al hombre y a la sociedad". Insistió en la importancia de las familias cristianas y las exhortó "a ser fuertes" y "valientes en la fidelidad y en la renovación constante de un amor fecundo como esposos y padres de familia". Y apostilló: "Seamos fuertes y valientes todos con vosotros en la Comunión de la Iglesia: los Pastores -Obispos y presbíteros-, los consagrados y todos los fieles laicos. Sería una gravísima responsabilidad pastoral y apostólica dejaros solos en esta situación tan dramática, producida por una crisis que os afecta muy directamente en lo económico; pero, sobre todo, en el reconocimiento social, cultural y jurídico que se os debe", indicó Rouco. Una crisis moral y espiritual que surge y se plantea en sus orígenes, destacó, como "una crisis de fe con pocos precedentes en la historia de Europa y de España".

Animación ferviente en la Plaza de Colón

Miles de personas asistieron desde primera hora en la Plaza de Colón de Madrid a la festividad de la Sagrada Familia,. El frío no hizo mella en el ánimo de los numerosos matrimonios asistentes al acto, una celebración eucarística que incluyó un mensaje del papa Benedicto XVI, emitido desde Roma por las pantallas instaladas en Colón.

Familias con hijos pequeños, abuelos y jóvenes llegaron desde distintos países de Europa y desde las 17 comunidades autónomas para "dar testimonio de su fe" y de la "necesidad de la familia, sobre todo en estos momentos de crisis", como comentaron algunos de los asistentes. Entre ellos se encontraba Avelina, que llegó hace dos días a Madrid desde Granada para participar en esta "fiesta fantástica" con su marido y sus siete hijos. También los voluntarios encargados del orden, como David, Daniel o María, que se mostraron ilusionados por asistir a esta celebración en la que se encontraban jóvenes de Italia, Francia, Polonia, Portugal o Croacia, y que ondearon las banderas de sus países.

"Si no hay familia, no hay nada", repetía María, una opinión que comparte Esteban, que salió a las 4 de la madrugada de la provincia de Alicante en autobús junto a su mujer y sus cuatro hijos de entre 3 y 14 años para poder llegar a la misa presidida por el arzobispo de Madrid. "La familia es un pilar para la sociedad, porque conforme está el tema de la crisis, el paro y los jóvenes, hay que apoyarse en ella, que al final es lo único que nos queda, porque el Estado no puede dar más de sí", insistía Esteban, que, como muchos padres, llevaba a uno de sus hijo a hombros.

La misa fue concelebrada por numerosos obispos españoles y europeos, como los cardenales de Barcelona, Luis María Sistach; el cardenal Carlos Amigo, y el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Antonio Cañizares. Durante la ceremonia estuvo expuesta la Custodia con el Santísimo que fue elaborada en 1920 por Félix Granda, fundador de los Talleres Granda de Madrid, y que está labrada en plata dorada, esmalte a fuego, piedras preciosas y perlas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios