Sociedad

Se abre la quiniela para suceder a Ratzinger

  • Nombres como el del arzobispo de Nueva York o el de Sao Paulo se barajan para ser el nuevo Papa. América gana peso en el nuevo cónclave.

Pocas horas después de que el Papa anunciara su renuncia, la prensa italiana comenzó a especular sobre los posibles candidatos a la sede de San Pedro. Entre los nombres europeos destacan el arzobispo de Milán, el cardenal Angelo Scola; el arzobispo de Viena, el cardenal austriaco Christoph Schöenborn; el presidente del Pontificio Consejo para la Cultura, el cardenal italiano Gianfranco Ravasi; y el presidente del Pontificio Consejo para el diálogo interreligioso, el cardenal fancés Jean-Louis Tauran.

Otros candidatos son el prefecto de la Congregación para los Obispos, el cardenal canadiense Marc Ouellet; el arzobispo de Manila, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle; el arzobispo de Nueva York, el cardenal estadounidense Timothy Dolan; el arzobispo de Sao Paulo, el cardenal brasileño Odilo Scherer; el prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, el cardenal argentino Leonardo Sandri; y el presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, el cardenal ganés Peter Kodwo Appiah Turkson.

Pese a que no todos pueden elegir al próximo sucesor de Pedro, el padre Federico Lombardi ha remarcado que la edad máxima para los cardenales electores no son los 80 años, un límite que no impide que puedan ser elegidos Sumo Pontífice.

América gana peso en el nuevo cónclave

El futuro cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI se regulará por el Ordo Rituum Conclavis, establecido por la Constitución Apostólica de Juan Pablo II Universi Dominici Gregis en su párrafo 27. El Cardenal Camarlengo, que tiene un papel fundamental en el periodo de sede vacante, es el cardenal Tarcisio Bertone, y fue nombrado por Benedicto XVI el 4 de abril del 2007.

Los cardenales electores, según el continente de proveniencia, serán 61 europeos, 19 iberoamericanos, 14 norteamericanos, 11 africanos, 11 asiáticos y uno procedente de Oceanía. Estas cifras pueden variar según la fecha de inicio del cónclave: el cardenal Walter Kasper, por ejemplo, cumple 80 años el 5 de marzo. El país con mayor número de cardenales electores es Italia, con 21. De los 117 electores, 67 han sido creados por Benedicto XVI y los otros 50 por Juan Pablo II.

Una de las innovaciones de Juan Pablo II sobre el periodo del cónclave es que los cardenales electores -que serán 117 el 28 de febrero- se alojan en la residencia vaticana Casa Santa Marta, un lugar independiente de aquel en el que votan, la Capilla Sixtina.

Los cardenales electores deben permanecer en el Vaticano durante toda la duración del cónclave, ninguno puede acercarse a ellos cuando se trasladan desde la Capilla Sixtina a su lugar de residencia y viceversa. Todas las formas de comunicación con el mundo exterior están prohibidas. Como ya se hizo en el pasado, la estufa de la Capilla Sixtina se usará para quemar las papeletas después de cada votación.

La incorporación en noviembre de seis nuevos electores al colegio cardenalicio no suponía un aumento considerable en términos numéricos. Sin embargo, sí adquiría relativa importancia al ser la primera vez que una nueva hornada no incluía ningún italiano ni ningún europeo. Este hecho ha abierto todavía más las puertas a América, el continente donde vive más de la mitad de los católicos del mundo.

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