Mercedes Milá, presentadora de 'Diario de...'

"Es un hecho que los espacios de entrevistas no tienen audiencia"

  • La periodista catalana cree que su programa de denuncias en Cuatro se "necesita más que nunca" y que la crisis ha venido a aumentar el número de reclamaciones ciudadanas.

 Le debe a Gran Hermano ponerse de nuevo en primera plana y ahí sigue desde hace diez años. Como todo no podía ser ensalada de nominados Mercedes Milá consiguió ponerse al frente de un programa de reportajes, Diario de... Y de Telecinco, donde comenzó en abril de 2004, este programa de buceo periodístico y denuncia ha pasado a las medianoches de Cuatro, cadena a la que regresa mañana lunes.

-Usted debía de necesitar un programa como Diario de... Tiene que ser como oxígeno.

-Sí, sí. Absolutamente. Diario de... es para mí el programa soñado, el que quería hacer en estos tiempos.

-La pega puede ser el horario imposible con que lo programan. 

-Suelen ponernos tarde porque en nuestro programas se suelen tratar temas que no deben ser  vistos por los niños y así está considerado, por eso se emite en horario tardío. Pero después se repite los martes en La Siete a una hora más temprana, así que en verdad no sé si es una excusa. Lo importante es que un programa como este  se vea, que las denuncias sean  difundidas. 

-El periodismo en televisión ha abandonado el prime time en las grandes cadenas. ¿Hemos perdido una batalla? ¿la televisión se reserva cada vez más para el entretenimiento?

-No creo que el periodismo haya perdido su lugar en la televisión. Hay otras cadenas que ofrecen debates, tertulias o entrevistas en prime time. Hay programas informativos y de entretenimiento, sólo es cuestión de buscar.  Quizá falte un buen programa de entrevistas.

-¿Por qué cree que casi han desaparecido los programas de entrevistas como los que usted conducía, ni siquiera en las cadenas públicas?.

-Porque es un hecho que los espacios de entrevistas no tienen audiencia, no tienen suficiente audiencia. Creo que hay un factor importante: la gente interesante no quiere arriesgarse a salir en televisión y someterse a una entrevista.  Por eso en la televisión sale gente que no se interesa tanto. Habrá que esperar a que una cadena quiera asumir el riesgo de recuperar este formato. 

-¿Ya no hay figuras como Camilo José Cela, que daba titulares tras salir en su programa?

-Los hay, insisto, pero no quieren salir en televisión.  En estos momentos es un riesgo enorme hacer un programa así.

-La crisis ha venido a dar más historias a Diario de... De la esperanza hemos pasado a la indignación.

-Y tenemos que estar preparados para mucho más. Nadie conoce el camino para salir de este barullo. Nadie, ni los técnicos, ni los políticos. Esta es una crisis totalmente nueva. Es una crisis financiera creada por la avaricia generada por un sistema. Hay que replantearse comportamientos, actitudes. Por lo que veo y leo tenemos que prepararnos para ir a peor. Pero al final se saldremos de esta y tendremos que sacar conclusiones para que no se vuelva a repetir lo que estamos viviendo. Nuestros redactores, claro, reciben ahora muchas más denuncias.

-¿Con la crisis han aumentado los desaprensivos, o tal vez es que campan a sus anchas con más impunidad?

-Sí, con la crisis hay más abusos como hemos detectado en Diario de... La gente desaprensiva se aprovecha de personas que tienen dificultades y ahora hay más ciudadanos que pasan por un mal momento.  Nosotros tratamos de seguir la pista a todos esos desaprensivos que detectamos.

-¿No ha perdido, entonces, la capacidad de sorpresa ante tanto sinvergüenza?

-Hay dos cosas que me sorprenden en estos años: hasta dónde se puede llegar, a la desesperada,  para contar con un sueldo a final de mes y hasta se puede aprovechar, mejor, apretar, de los demás ante esa desesperación. La mayoría de los casos giran en torno a estas dos situaciones.

-Lo que de verdad le 'pone' es ir al lugar y sacar los trapos sucios in situ. 

-Soy así. Si hay una denuncia, una historia, te tienes que mojar de verdad. Si hay que desenmascarar una residencia de ancianos clandestina, por ejemplo, hay que estar ahí.

-¿Cómo llegan las historias a su programa?

-La mayoría de las denuncias parten de ciudadanos que cuentan con nosotros y se ponen en contacto a través del teléfono, de internet. Son años de siembra y por eso es importante que la gente sepa que estamos ahí.

-Se sienten necesarios.

-Yo creo que un programa como este se necesita más que nunca.

-¿Se preocupan para que las soluciones se lleven a cabo?

-Nunca  tiramos la toalla. Seguimos pendiente de los casos aún cuando se han tomado. Estamos orgullosos de muchas historias.

-Y en 2012, si nadie dice lo contrario, de nuevo en Gran Hermano...

 

-Estos dos programas son mis dos columnas, mi vida. De Gran Hermano sigo tan orgullosa como siempre.

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