La ganadera Dolores Aguirre, propietaria del hierro con el mismo nombre, ha fallecido este viernes en Sevilla a causa de una larga enfermedad, han informado fuentes de la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), asociación a la que pertenece esta divisa.

La ganadería de Dolores Aguirre es una de las más prestigiosas dentro de los hierros toristas, con un tipo de toro inconfundible por sus imponentes dimensiones y muy desarrolladas defensas, además de un comportamiento muy exigente en el ruedo, de procedencia Atanasio Fernández y Conde de la Corte. A pesar de este reconocimiento entre los aficionados más exigentes, esta divisa sevillana no está atravesando su mejor momento, fruto de la demanda actual de un tipo de toro más comercial, que, sumado a la crisis económica, está provocando que muchas ganaderías de encastes más duros se estén quedando sin hueco en las principales ferias. Cinco años sin lidiar en Madrid y dos en Sevilla avalan una trayectoria en decadencia en la que solamente Pamplona, donde es fija todos los años, es su gran feudo de la temporada.

Dolores Aguirre Ybarra nació en Berango (Vizcaya) en 1935, aunque tenía establecida su residencia en Constantina, donde está también su finca ganadera, Dehesa de Frías, en la que pastan sus reses bravas. En 1977 adquirió el hierro de parte de la condesa de Donadío, que a su vez la compró seis años antes a Pilar Sánchez Cobaleda, que había sentado una base ganadera de procedencia Atanasio Fernández. Aguirre varió el hierro anterior y, con divisa amarilla y azul, refrescó la ganadería al comprar en 1979 dos sementales del Conde de la Corte, dando origen a la ganadería que se conoce como una de las más duras de la cabaña de bravo.