Durante la ocupación árabe de Granada, y a la hora de conformar la propia ciudad, estos idearon la forma de distribuir toda esa agua que durante el deshielo baja desde Sierra Nevada. A base de aljibes y canalizaciones lograron hacer llegar todo ese agua por las distintas zonas de la Alhambra. Así hoy día se puede disfrutar de increíbles jardines, bonitas fuentes y elementos que hacen que mientras uno pasea por el castillo nazarí pueda sentir el frescor que aporta este elemento.

Y es que toda esa edificación es un ejemplo perfecto de lo que hoy se denomina un edificio o una construcción bioclimática. Y es que es importante aprovechar de la mejor forma posible el agua que llegan desde los embalses a través de las distintas canalizaciones, algo muy importante, por ejemplo, para crear bonitos y frondosos jardines llenas de vegetación. Esto hace que la sensación térmica no sea tan calurosa, algo que en Granada es muy común debido a las olas de calor veraniegas.

Esta combinación, de agua y vegetación, hace que el aire se enfríe. La disposición de las distintas plantas en los distintos patios y por los caminos que forman el recorrido del recinto hace que las temperaturas sean algo más agradables incluso en las estancias internas.

Así, dependiendo también de la orientación de cada recinto, se usará unas u otras dependiendo de la estación. De esta forma en verano se usarán las estancias situadas al norte, que cuentan con pequeñas ventanas para reducir la entrada del aire caliente y con anchos muros, de unos dos metros de espesor, para mantener la temperatura interior. De esta forma, aunque en el exterior haya una temperatura de unos 40 grados, el interior puede tener incluso 25 grados.

Por otra parte el techo de las estancias también son importantes para enfriar el interior. Cuentan con ventanas en la parte superior, permitiendo dejar salir al aire caliente. Este techo se le denomina linterna y actua como un aire acondicionado natural.

Si a esto se le suman todas esas barreras naturales que sirven de cortinas para no dejar pasar los rayos solares, se consiguen esas temperaturas tan agradables. Así la naturaleza y la ingeniería de esta cultura crearon uno de los edificios más bellos y funcionales del mundo.