El refranero popular asegura que después de la tormenta llega la calma. Una calma que era esperada por parte de los vecinos del barrio del Zaidín-Vergeles, que veían como sus fiestas patronales estaban siendo pasadas por agua durante los primeros días. Si bien es cierto que las lluvias más torrenciales se produjeron de madrugada y no rompieron el ritmo habitual, la llegada del fin de semana ha hecho que la zona de atracciones junto al Estadio Nuevo Los Cármenes y las casetas por fin hayan visto el lleno.
Durante la jornada del viernes el ambiente ya se notó distinto al de la jornada inaugural, que fue muy fría y húmeda. Los coches de choque, los colchones inflables, los puestos de comida rápida... todo el ambiente había variado.
Pero fue durante la tarde noche de ayer, después del fin de las lluvias torrenciales por el paso de la DANA, cuando el ambiente por fin se animó definitivamente. Miles de personas pasaron por el barrio para disfrutar de las actividades programadas y los atractivos de la feria.
Espectáculos flamencos, verbenas populares, altavoces con los éxitos del verano sonando a todo volumen, las barras y las cocinas de las casetas trabajando para el disfrute de los presentes. Niños, adolescentes, adultos y mayores disfrutando de un ambiente que hoy cierra el telón hasta que el año que viene se vuelvan a acoger estas celebraciones.
Paseando entre las casetas de la feria, los asistentes repetían la frase "orgullo zaidinero" y "unas muy buenas fiestas" casi como una constante. Orgullo por una fiesta que, pese a que parece igual todos los años, los naturales del barrio se encargan en convertirlas en diferentes por cada rincón.
El coro rociero 'A nuestro aire' ponía la nota flamenca por las casetas municipales. Muchas de ellas pertenecientes a la asociación de vecinos del Zaidín, viven estás fiestas formando parte fundamental de ellas. Tras tres días de actuaciones de danza y teatro, reponían fuerzas antes de seguir con su apretada agenda con el 42 festival flamenco del Zaidin-Vergeles.
Este ambiente festivo se trasmitió incluso a personas foráneas. Un pequeño grupo de madrileños llegados para ver la actuación de Celtas Cortos en el Zaidín Rock ya habían sido adoptados por los vecinos del barrio granadino y se mostraban encantados por la viveza de la fiesta, casi olvidándose por completo del concierto.
En la zona de las atracciones, misma situación. Un goteo constante de granadinos en busca de divertimento en puestos de juegos o columpios, bien para ellos o para los más pequeños de la casa. Unos niños a los que se les iluminaban los ojos con las atracciones, y que querían subir a todo. Cochecitos, colchones o tiovivos. Todo valía
Para los feriantes, sin embargo, eran horas de mucha tensión y trabajo. Siempre pendientes de que todo funcionará como debe, fueron una de las partes que lograron que la diversión no se detuviera en toda la noche, mientras que veían encantados de tanta afluencia de personas.
Una celebración que bajara el telón hoy, y que los zaidineros han disfrutado, según muchos de ellos, "de lo lindo". Ahora solo queda esperar hasta el mes de septiembre de 2020, momento en el que Granada volverá a disfrutar de unas fiestas únicas y con tradición.
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