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Huertas medievales, una apuesta de la Alhambra

  • En el espacio, que se abrirá en primavera con visitas guiadas sin coste, recupera especies típicas del entorno patrimonial

En estas tierras se cultivan especies autóctonas de la época del sultanato nazarí.

En estas tierras se cultivan especies autóctonas de la época del sultanato nazarí. / g. h.

Más de 200 ilustraciones, algunas del siglo XVI, inmortalizaron las huertas de la Alhambra como un elemento más del monumento, un espacio con el que el Patronato recupera y mantiene especies locales, preserva el paisaje, difunde oficios tradicionales y cultiva alimentos que dona con fin social.

Estaban antes que la Alhambra y se han convertido en las únicas huertas cultivadas de manera ininterrumpida desde época andalusí hasta el siglo XXI, las únicas también asociadas a un conjunto histórico que preservan su identidad como un elemento más del valor patrimonial del entorno. La Alhambra, el monumento más visitado del país, cultiva siete de sus hectáreas y lo hace de manera "ecológica, como se hacía antes", explica el director del Patronato, Reynaldo Fernández Manzano.

Los distintos sultanes de la dinastía nazarí alimentaron y mantuvieron esta almunia de época medieval valorada por su cercanía a la ciudad palatina de la Alhambra, los beneficios de su orientación hacia el Sur y llena de albercas y fuentes, relata la responsable del servicio de Jardines, Bosques y Huertas de la Alhambra, Catuxa Novo.

En estas siete hectáreas de las cuatro huertas alhambreñas ubicadas en la falda del Cerro del Sol, -Grande, Colorada, Fuente Peña y Mercería- se han puesto las mimbres para conservar también oficios centenarios, productos históricos y semillas locales, los mismos que nutren relatos de viajeros o recogen los archivos históricos. "Los huertos tienen un alto valor paisajístico y cultural, pero además mantenemos una serie de proyecto de recuperación para incrementar su riqueza, como los que han permitido reintroducir el granado amargo o el azafrán, o cultivar variedades locales", apunta Novo.

Y es que la Alhambra cambia cada primavera su apuesta por cultivos herbáceos y este año sumará a las habas, chícharos o la alfalfa el espárrago de la variedad verdemorada, una reintroducción ya en marcha de la mano del consejo regulador del espárrago de Huétor Tájar y de la Universidad de Córdoba. "Este tipo de iniciativas pretenden mantener el paisaje como era en el Reino de Granada, tratarlo como un elemento patrimonial andalusí que forma parte del monumento", recalca el director del monumento, que ya ha apostado por dar futuro al pasado con otras acciones como recuperar los rebaños en el Generalife o utilizar burros para labores artesanales.

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